Discurso del Presidente de la República de Azerbaiyán, Heydar Aliyev, en el Primer Congreso de Azerbaiyanos en el Mundo - Bakú, 10 de noviembre de 2001


¡Queridos compatriotas!

¡Estimados delegados e invitados!

¡Estimados señores y señoras!

Los felicito cordialmente con motivo de la apertura del I Congreso de Azerbaiyanos en el Mundo; deseo que la labor del Congreso sea exitosa.

El I Congreso de Azerbaiyanos en el Mundo es un acontecimiento histórico en la vida de Azerbaiyán independiente y en la vida de los azerbaiyanos de todo el mundo. Representantes de azerbaiyanos, de colectividades azerbaiyanas de todo el mundo se han reunido por primera vez en Azerbaiyán, en su capital Bakú, y celebran su I Congreso. Quiero expresar mi agradecimiento a todos los delegados, invitados y colectividades azerbaiyanas de los distintos países que representan por haber apoyado nuestra decisión de celebrar el I Congreso de Azerbaiyanos en el Mundo y por haber venido a Azerbaiyán, a Bakú, para participar en este Congreso.

Nosotros, los azerbaiyanos que vivimos en Azerbaiyán, nunca hemos olvidado a nuestros compatriotas. Habiendo formado parte por largos años de una superpotencia como la Unión Soviética, y sin tener posibilidades de mantener contacto con nuestros compatriotas y paisanos residentes en el extranjero, siempre nos hemos interesado por saber cómo vivían los azerbaiyanos en distintos países, a qué se dedicaban, e intentábamos, valiéndonos de nuestras limitadas posibilidades, de establecer contacto con ellos.

La desintegración de la Unión Soviética en 1991 y la adquisición de la independencia de las 15 repúblicas que formaban parte de ella, la realización de las ambiciones de libertad nacional que tenía el pueblo azerbaiyano, la proclamación de la independencia de Azerbaiyán y el restablecimiento de su soberanía, de la que se había visto privada en 1920, nos han permitido ampliar nuestras relaciones con los azerbaiyanos que viven en distintos países, manifestar nuestra solidaridad con ellos y hacer nuestro aporte en la causa de la solidaridad futura. Ya en los primeros meses de nuestra independencia, el 31 de diciembre de 1991, tomamos la decisión de celebrar el Día de la Solidaridad de los Azerbaiyanos del Mundo. Desde ese entonces celebramos ese día como una gran fiesta, y precisamente desde ese momento nuestros vínculos con los azerbaiyanos que viven en todo el mundo comenzaron poco a poco a desarrollarse. Este es el resultado de la independencia de Azerbaiyán y de la libertad nacional del pueblo azerbaiyano.

El pueblo azerbaiyano tiene una historia grande y antigua. En esa historia multisecular nuestro pueblo a pasado muchas pruebas, ha vivido sin perder su dignidad, sin perder su identidad nacional, ha hecho un valioso aporte a la civilización mundial, la ha enriquecido. Sin embargo, en diferentes etapas de la historia, los azerbaiyanos han sufrido ciertas privaciones. Por eso la unidad y la solidaridad de los azerbaiyanos que viven en distintos rincones del planeta tiene actualmente una singular importancia tanto para nosotros, el estado independiente de Azerbaiyán, como para los azerbaiyanos que viven en distintos países del mundo.

Luego de proclamar su independencia estatal, Azerbaiyán ha recorrido un camino largo y glorioso, pero a la vez difícil. En estos días hemos celebrado solemnemente el 10mo aniversario de la proclamación de la independencia de Azerbaiyán. Hemos vuelto a analizar el camino recorrido en estos diez años, hemos anunciado los éxitos alcanzados, así como también hemos definido las tareas futuras. Luego de analizar muchos problemas aún no resueltos, hemos comenzado a tomar las medidas necesarias para su resolución.

La independencia y el desarrollo de Azerbaiyán a lo largo de diez años como estado independiente es el acontecimiento más significativo, importante y valioso en nuestra historia multisecular. Estos diez años han sido difíciles para nosotros, para Azerbaiyán independiente. Hemos comenzado a construir una nueva vida en Azerbaiyán. Hemos declarado que nuestro país marcharía por el camino de la democracia. Hemos comenzado a construir en Azerbaiyán un estado de derecho, democrático y laico. Hemos iniciado el proceso de integración económica del país a la economía mundial, a la economía de los países desarrollados, la transición al sistema de la economía de mercado. Todo eso tuvo lugar cuando Azerbaiyán vivía en condiciones graves y difíciles.

Como se sabe, durante la adquisición, o sea, durante la proclamación de la independencia estatal, Azerbaiyán fue sometida a una agresión militar por parte de Armenia, y durante cuatro años se extendió el conflicto armenio-azerbaiyano de Nagorno Karabaj. Esta región, que es parte inalienable de Azerbaiyán, quedó, por así decir, fuera del control de Azerbaiyán, fue ocupada por las fuerzas armadas de Armenia, y los poblados adyacentes a ella también fueron sometidos a agresión. Precisamente en esas condiciones históricas fue que Azerbaiyán proclamó su independencia. La construcción de un estado independiente en tales condiciones, desde luego, fue muy difícil y penosa. Al mismo tiempo, en la vida del país se dieron procesos extraordinariamente complejos tanto en vísperas de la proclamación de la independencia como luego de esta. Las fuerzas armadas de Armenia, planteando pretensiones territoriales con el fin de apropiarse de la provincia de Nagorno Karabaj, desplegaron operaciones militares, y mientras que todos los armenios se congregaron alrededor de esta idea, en Azerbaiyán, por desgracia, no se observó nada parecido.

Ocurre que en esos años, en lugar de unidad y movilización de todo el pueblo, de defensa de nuestras tierras y de una respuesta digna a las fuerzas armadas de Armenia, en Azerbaiyán tuvo lugar una lucha por el poder, se produjeron pugnas internas, los destacamentos armados pertenecientes a las diferentes fuerzas políticas lanzaron un desafío a la sociedad. Y ello, naturalmente, minó la unidad de Azerbaiyán, del pueblo, y finalmente, en 1993, Azerbaiyán se topó con la amenaza de una guerra civil, la existencia misma de Azerbaiyán se vio en peligro, ya había comenzado la desmembración de nuestro país. Por eso, luego de la adquisición de la independencia, la construcción del estado en Azerbaiyán avanzó con extrema lentitud. Todo aquello perturbó la estabilidad sociopolítica del país, empeoró el nivel de vida del pueblo. El resultado más perjudicial de todo ello fue para nosotros el hecho de que las fuerzas armadas de Armenia, aprovechando la oportunidad, ocuparon varias regiones administrativas contiguas a Nagorno Karabaj, expulsando de sus hogares por la fuerza a los azerbaiyanos que vivían en esas tierras. Así, el 20% de las tierras azerbaiyanas resultaron ocupadas por las fuerzas armadas de Armenia, más de un millón de azerbaiyanos, expulsados tanto del territorio de Armenia como de las tierras ocupadas, viven hasta hoy en condiciones penosas, en tiendas de campaña. En dichas condiciones fue como Azerbaiyán vivió los primeros años de su independencia estatal. Por eso nuestra tarea consistía en detener esos procesos negativos, movilizar todas las fuerzas e implementar todos los esfuerzos para la defensa las tierras azerbaiyanas, para que así Azerbaiyán viviera y se desarrollara como estado independiente.

El siguiente período en Azerbaiyán fue el período del establecimiento de la estabilidad sociopolítica. Incluso luego de esto –en octubre de 1994 y en marzo de 1995- nos encontramos con intentos de golpes militares, que si bien fueron reprimidos, no dejaron de ocasionar daño al país.

En mayo de 1994, dedicados de lleno a la resolución del conflicto armenio-azerbaiyano de Nagorno Karabaj, llegamos a un acuerdo de alto el fuego. Ahora ya hace siete años que no hay guerra ni se vierte sangre. Pero también, una parte de las tierras azerbaiyanas se encuentra bajo la ocupación de las fuerzas armadas de Armenia, y los refugiados y colonos expulsados de esas tierras viven en penosas condiciones.

La siguiente etapa en los diez años de independencia de Azerbaiyán consistió en la estabilización de la situación sociopolítica interna del país, en el fortalecimiento del lugar de Azerbaiyán en la arena internacional, en que Azerbaiyán viviera y se desarrollara como estado independiente. Tras haber recorrido un camino penoso y difícil, en los últimos diez años hemos alcanzado eso. Hoy en el mundo hace diez años que existe el estado independiente de Azerbaiyán. Tiene su bandera nacional, su himno nacional, su escudo nacional. Azerbaiyán ha ocupado un lugar digno en la comunidad mundial. La bandera nacional de Azerbaiyán flamea ante las sedes de todas las organizaciones internacionales, flamea y flameará por siempre sobre Azerbaiyán independiente; esa bandera izada en la altura ya nunca más será arriada.

Creo que nuestros invitados, azerbaiyanos que viven en países extranjeros, se interesan por la vida en Azerbaiyán, siguen los procesos que aquí tienen lugar y están informados de los éxitos que hemos obtenido. No obstante, hoy, en el I Congreso, quiero declarar otra vez que Azerbaiyán como estado independiente está llevando a cabo el proceso de construcción del estado.

En Azerbaiyán se ha construido un estado de derecho, democrático y laico. Por primera vez en su historia, Azerbaiyán ha promulgado su Constitución Nacional, ha elegido mediante elecciones libres a su parlamento, la Asamblea Nacional, ha elegido al presidente del país. En Azerbaiyán se están llevando adelante reformas en todas las áreas.

Como es sabido, Azerbaiyán formó parte por setenta años de un estado tan poderoso como la URSS, y vivió en las condiciones de un sistema político-económico radicalmente diferente al que existía en otros países. Hoy hay que señalar que, a pesar de que en aquellos años estábamos privados de independencia, Azerbaiyán, poniendo en movimiento el potencial interno de nuestro pueblo, de nuestra nación, se desarrolló, alcanzó grandes éxitos y, al declarar su independencia, poseía un enorme potencial económico e intelectual. El estado independiente de Azerbaiyán está edificado sobre la base de su gran potencial económico e intelectual. Pero hoy vamos por el camino de un sistema político-social totalmente diferente. Cambiar respecto al pasado, renunciar a él, sentar las bases del trabajo en un sistema nuevo, la realización misma de este sistema, todo esto es un proceso difícil y penoso. Es nuestro período de transición, en el que hay muchos problemas.

Primero, en la conciencia de la gente deben producirse cambios muy grandes. Segundo, debe llevarse adelante exitosamente una nueva política económica. Para ello es necesaria una transición exitosa de las viejas condiciones económicas a las nuevas. Para ello es que realizamos reformas. Hemos implementado muchas reformas en las esferas política, económica, social y humanitaria y hemos alcanzado resultados positivos. A pesar de todas las dificultades, hemos logrado éxitos en la implementación de una nueva política económica. Hemos realizado, y seguimos haciéndolo, un programa de privatizaciones. Hemos realizado una reforma agraria que tiene para Azerbaiyán un significado sumamente importante.

Como se sabe, aproximadamente la mitad de la población de Azerbaiyán vive en lugares rurales y se dedica a la agricultura. La ruina del sistema de koljoses y sovjoses que imperó durante setenta años, el otorgamiento de la tierra a su propietario, es decir, a los campesinos, las condiciones que estos han creado para el uso efectivo de las tierras, todo esto son procesos penosos y difíciles. Pero lo hemos logrado. En Azerbaiyán se está desarrollando la economía de mercado. Así, entre los años 1995 y 1996 Azerbaiyán logró superar la recesión económica que se extendía desde 1990, y desde entonces Azerbaiyán vive un período de desarrollo.

Nos estamos desarrollando. En Azerbaiyán se desarrollan con éxito todas las esferas de la economía. Esta opinión no es solo la nuestra, sino que así lo consideran también los centros financieros y económicos internacionales, es decir, los centros que controlan este trabajo. Sin embargo, tenemos por delante muchos problemas y grandes dificultades. Aún no hemos conseguido elevar el bienestar de la población de Azerbaiyán al nivel debido.

Una parte de las grandes empresas industriales creadas en Azerbaiyán en época de la Unión Soviética hoy no funciona, y otra parte funciona pero no en todo su potencial. Como resultado de ello se ha formado un gran ejército de desocupados. Este es uno de los principales problemas de Azerbaiyán. Como ya he señalado, más de un millón de refugiados y colonos, por un lado, están privados de las condiciones indispensables de vida, y por el otro, no tienen trabajo y viven de la ayuda del estado y de organizaciones humanitarias. Esto también constituye para nosotros un gran problema. Pero paso a paso vamos resolviendo estos problemas. Cuando señalamos los éxitos alcanzados no lo hacemos en absoluto con el objetivo de ocultar las dificultades, los problemas, las carencias y los déficits que tenemos en nuestra vida. Hablamos abiertamente de ellos tanto a los ciudadanos de Azerbaiyán como al resto del mundo. Solo así podremos resolver los problemas que enfrenta Azerbaiyán y asegurar en forma constante el desarrollo del país.

Entre lo realizado en este ámbito tiene especial importancia la estrategia petrolera nacional de Azerbaiyán. En los años 1993 y 1994 comenzamos a elaborar y llevar adelante esta estrategia, facilitamos la explotación de los ricos recursos de Azerbaiyán –yacimientos petroleros y gasíferos- conjuntamente con las grandes compañías petroleras del mundo, que disponen de técnica y tecnología avanzadas. Hoy ese trabajo está en curso. Para la explotación conjunta de los yacimientos azerbaiyanos en el Mar Caspio, y en general de los yacimientos petroleros y gasíferos que se hallan dentro del territorio de Azerbaiyán, se firmaron 21 contratos, siendo 32 grandes compañías petroleras extranjeras las participantes en dichos contratos. Ya hemos obtenido resultados reales del trabajo realizado, de la estrategia petrolera. Ya extraemos petróleo en nuevos yacimientos, y junto con compañías extranjeras lo llevamos a los mercados mundiales. Para ello creamos oleoductos y gasoductos de gran importancia. El petróleo azerbaiyano se exporta a través de dos oleoductos –uno en dirección norte Bakú-Novorossisk, otro en dirección sur Bakú-Supsa.

En los últimos años hemos trabajado en un proyecto bastante grande y ya hemos comenzado la construcción del oleoducto Bakú-Tbilisi-Ceyhan para exportar a los mercados mundial una gran cantidad de petróleo extraído en Azerbaiyán. Hemos firmado los convenios necesarios para exportar a Turquía también gas, que se extraerá en el rico yacimiento “Shajdeniz”, en Azerbaiyán, y hemos comenzado la construcción del gasoducto. Nuestra estrategia petrolera ha creado las condiciones para el trabajo en Azerbaiyán no solo de las compañías que se dedican directamente a la extracción de petróleo, sino también de muchas otras compañías, y así, por lo tanto, creamos las condiciones para la llegada de grandes inversiones extranjeras. Este es el nuevo panorama de Azerbaiyán. Esto solo podía darse con un Azerbaiyán independiente.

Como ustedes saben, el petróleo azerbaiyano se ha hecho famoso en todo el mundo. Ya hace 150 años en Azerbaiyán se extraía por primera vez petróleo de forma industrial. En los años siguientes, la extracción de petróleo creció, pero este ya no pertenecía al pueblo azerbaiyano. Los ricos recursos petroleros y gasíferos que extrajimos durante 70 años formaban parte de la economía general de la Unión Soviética. No podíamos obtener de él la ganancia necesaria. Fueron precisamente la independencia nacional, nuestra libertad nacional y la posibilidad de decidir por nosotros mismos nuestro destino las que crearon estas condiciones para nosotros, y estamos aprovechando de forma efectiva dichas condiciones.

Azerbaiyán tiene una situación geoestratégica sumamente importante. Esto tiene relevancia económica y política. En este sentido, estamos realizando un trabajo conjunto con la Unión Europea y otras organizaciones internacionales. Para mencionar un ejemplo, Azerbaiyán ha hecho mucho para la realización del programa TRASEKA de la Unión Europea, para el restablecimiento de la histórica Gran Ruta de la Seda, y este trabajo nos da resultados positivos. Y en el futuro este programa tendrá resultados aún más positivos.

En 1998 en Azerbaiyán, conjuntamente con la Unión Europea, se celebró la primera conferencia internacional dedicada al restablecimiento de la Gran Ruta de la Seda y a la realización del programa TRASEKA. En dicha conferencia participaron representantes de 32 estados –desde Japón en el Este hasta España en el Oeste-, 14 organizaciones internacionales, y fuimos testigos de la firma del primer acuerdo dirigido a restablecer la Ruta de la Seda e implementar el programa TRASEKA. El trabajo realizado en este ámbito, repito una vez más, nos dará en el futuro grandes resultados.

Estos son los proyectos globales que está llevando adelante Azerbaiyán. Al mismo tiempo, se está haciendo mucho en la vida cotidiana del país, y creo que durante su estancia aquí podrán apreciar esto tanto en los materiales que les ofrecerán como a través de otros medios; pónganse al tanto de ello.

La celebración del I Congreso de Azerbaiyanos del Mundo constituye un acontecimiento sumamente importante para Azerbaiyán y para los azerbaiyanos de todo el mundo. Como resultado del proceso migratorio ocurrido en el mundo, los azerbaiyanos se han trasladado a vivir a muchos países. Se trata de un proceso natural al que no es posible detener, ni tampoco es necesario, ya que en general tiene un carácter positivo. Es cierto que ahora, que nos hemos convertido en un estado independiente, algunos grupos opositores nos critican por que una parte considerable de la población azerbaiyana –algunos dicen 1 millón, otros dicen 2 millones- vive más allá de las fronteras de la república. No puedo en absoluto tomar esto como un hecho negativo, ya que no hay nación ni pueblo que pueda vivir exclusivamente dentro de los límites de su tierra natal, en condiciones de coerción nacional. Quiero señalar una vez más que el proceso de migración en el mundo alcanza a todos los países y pueblos. Si como resultado de este proceso los azerbaiyanos empezaron a vivir en muchos países del mundo, a construir allí su vida, a garantizarse condiciones de vida dignas, eso entonces no hace más que testimoniar cuánto se han esparcido por el mundo los azerbaiyanos.

Consideramos que cada uno de los azerbaiyanos que viven en distintos países ha armado su vida en cada país según su parecer. Es ciudadano de ese país, debe vivir de acuerdo a sus leyes y reglas y transitar el camino elegido.

Pero al mismo tiempo, hoy que los azerbaiyanos tienen un estado independiente, el establecimiento por parte de los azerbaiyanos que viven en distintos países del mundo de vínculos más estrechos entre sí, la declaración de solidaridad entre ellos y el establecimiento de vínculos con el estado de Azerbaiyán constituye en esta etapa de la historia una tarea importantísima. Nuestra tarea, la tarea del estado de Azerbaiyán, consiste en manifestar la mayor preocupación posible, en prestar atención a los azerbaiyanos que viven en el extranjero, para así interesarse por sus vidas y conseguir que en el futuro se desarrollen los vínculos entre nuestro estado y las colectividades azerbaiyanas de distintos países. Pero también los azerbaiyanos que viven en el extranjero deben hoy sostener vínculos más estrechos con Azerbaiyán independiente. Todo esto son condiciones importantísimas para asegurar la unidad y la solidaridad de los azerbaiyanos de todo el mundo.

Hoy podemos señalar con un sentimiento de profunda satisfacción que en muchos países del mundo, en Europa y Estados Unidos han sido creadas grandes comunidades de azerbaiyanos. En los últimos años, estas colectividades se han vuelto más organizadas, se amplían y aseguran la unidad y solidaridad entre los azerbaiyanos en aquellos países donde estos viven. En los últimos años, este proceso se desarrolla a ritmo muy rápido. Creo que precisamente la existencia de un Azerbaiyán independiente sirve como fundamento al desarrollo de tal solidaridad.

Queremos que los azerbaiyanos que residen en el extranjero como ciudadanos de otros países vivan como lo crean conveniente. Y a la vez, queremos que no olviden sus raíces nacionales, su pertenencia nacional. A nosotros, los azerbaiyanos, nos unen nuestra pertenencia nacional, nuestra raíces históricas, nuestros valores nacionales y espirituales, nuestra cultura nacional –la literatura, el arte, la música, la poesía, las canciones, las costumbres y tradiciones de nuestro pueblo.

El hombre, sea cual sea el país donde viva, debe conservar su identidad nacional. En el mundo se está viviendo al mismo tiempo un proceso de asimilación. La gente –me refiero a los azerbaiyanos- debe, lo repito una vez más, adaptarse a las condiciones de vida del país en el que vive, ocupar allí una posición elevada. A la vez, debe mantener siempre la fidelidad a sus valores nacionales y espirituales, a sus raíces nacionales. Precisamente estos factores nos mantienen a todos unidos. El azerbaiyanismo, la idea del azerbaiyanismo nos une a todos, nos hace solidarios.

Luego de que el estado de Azerbaiyán consiguiera su independencia, el azerbaiyanismo como idea rectora pasó a ser la idea fundamental para los azerbaiyanos que viven tanto en Azerbaiyán como en el resto del mundo. Debemos unirnos alrededor de esta idea. El azerbaiyanismo significa la conservación de la propia pertenencia nacional, la conservación de los valores nacionales y espirituales y, junto con ello, el enriquecimiento de ellos mediante la síntesis, la integración con los valores humanos universales, y también la salvaguarda del desarrollo de cada humano.

Justamente en esto consiste nuestro objetivo de celebrar el presente congreso. Creo que los delegados del congreso, nuestros compatriotas llegados a Azerbaiyán, a su Patria, desde países lejanos, establecerán durante los días del congreso una comunicación más estrecha entre sí, intentarán entenderse uno a otro, participarán más activamente en la formación de comunidades de diferentes países como una diáspora unida y fortalecerán los vínculos entre Azerbaiyán y los azerbaiyanos que viven en el extranjero, en otros países. Considero que el congreso constituye una etapa histórica sumamente importante en este ámbito, para llevar adelante la idea del azerbaiyanismo, para ampliar y desarrollar la solidaridad entre los azerbaiyanos del mundo.

Espero que el presente congreso tenga un papel sumamente grande en el cumplimiento de nuestros objetivos, que haga su aporte en esta causa.

Azerbaiyán, como estado independiente, lleva adelante una política exterior que corresponde a sus intereses nacionales. Llevar adelante una política exterior independiente significa fortalecer en el futuro la independencia. A pesar de que nos enfrentamos con grandes dificultades tanto a nivel externo como dentro del mismo Azerbaiyán, nosotros, defendiendo nuestra independencia, llevamos adelante en el mundo una política independiente.

Azerbaiyán es un estado amante de la paz. Hemos establecido y establecemos con todos los países del mundo relaciones económicas, políticas, sociales, científicas y humanitarias en el nivel debido, desarrollamos y seguiremos desarrollando dichas relaciones. Azerbaiyán nunca renunciará a su política independiente. Su política exterior independiente constituye el símbolo fundamental, el indicador principal de la independencia de Azerbaiyán.

Azerbaiyán es miembro de todas las organizaciones internacionales del mundo. Como saben, a principios de este año Azerbaiyán fue elegido como miembro efectivo del Consejo Europeo. Todo esto es el resultado lógico de la política exterior de Azerbaiyán, así como de las transformaciones democráticas implementadas en la vida del país y de las reformas realizadas en todos los ámbitos.

Azerbaiyán es un estado laico y como tal ocupa su lugar en el mundo. Este es nuestro camino estratégico. Un estado de derecho, democrático y laico, he aquí nuestro principio fundamental en la construcción del estado. He aquí los principios fundamentales de nuestra vida. Avanzamos por este camino, y seguiremos haciéndolo.

Puedo decirles que hemos resuelto muchos problemas graves y difíciles y que vemos perfectamente el horizonte. Los ricos recursos naturales, la favorable situación geoestratégica, el poderoso potencial económico e intelectual de Azerbaiyán y el elevado nivel cultural de los azerbaiyanos proporcionarán a nuestro libre país un futuro próspero y feliz. Pueden estar seguros de que este camino, el horizonte y las perspectivas que tenemos por delante, son totalmente factibles. Dentro de algunos años Azerbaiyán, gracias a la política económica que está implementando, se convertirá en un país rico. El bienestar del pueblo azerbaiyano mejorará significativamente. Cada persona vivirá libremente en nuestro país. En Azerbaiyán se garantizan y se garantizarán una convivencia democrática, todas las libertades –libertad de expresión, libertad individual, libertad de conciencia, libertad de prensa. Es decir, cada ciudadano de Azerbaiyán, independientemente de su concepciones políticas, vivirá aquí, en su patria, con tranquilidad y felicidad.

Sin embargo, el problema más grave, el que más nos preocupa, es el conflicto armenio-azerbaiyano de Nagorno Karabaj, la liberación de las tierras ocupadas, el restablecimiento de la integridad territorial de Azerbaiyán. Hemos hecho mucho en esta esfera. Hemos planteado el problema en todas las organizaciones internacionales, hemos tomado las decisiones necesarias. En 1993 el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas adoptó cuatro resoluciones relativas a la evacuación incondicional de las fuerzas armadas de Armenia de las tierras ocupadas. El presidente del Consejo de Seguridad intervino con seis declaraciones. Sin embargo, Armenia ignora esto.

En diciembre de 1996, en la Cumbre de Lisboa de la OSCE, se aceptó un documento sumamente importante relativo a garantizar la integridad territorial de Azerbaiyán y a resolver por vía pacífica el conflicto armenio-azerbaiyano. A favor de ese documento votaron 53 de los 54 estados que componen la OSCE, y solo Armenia se mostró en contra. Pero, por desgracia, Armenia nuevamente no acepta la medida adoptada por esta organización con autoridad, la OSCE.

Tratamos constantemente de resolver pacíficamente el conflicto. Como saben, ya en 1993 se creó, para resolver el conflicto armenio-azerbaiyano, el grupo de Minsk de la OSCE. Desde principios de 1997 el grupo de Minsk lo presiden tres grandes estados –Rusia, Estados Unidos de América y Francia-. En los años transcurridos hemos realizado un gran trabajo conjuntamente con esta organización, el grupo de Minsk, y con sus copresidentes. Hace unos días los copresidentes –los representantes de Rusia, Estados Unidos de América y Francia- volvieron a visitar la región, se reunieron y entablaron negociaciones con nosotros, también estuvieron en Armenia. Les expresamos una vez más que apoyamos una resolución pacífica del conflicto, y que eso solo es posible si ambas partes hacen concesiones; pero que, al mismo tiempo, el conflicto debe resolverse sobre la base de las normas del derecho internacional, de los principios aceptados por todo el mundo: los principios de integridad territorial, soberanía e inviolabilidad de las fronteras nacionales. Continuaremos este trabajo. Quiero expresar mi convicción de que lograremos liquidar y resolver este conflicto, de que la integridad territorial de Azerbaiyán será restablecida, de que las tierras ocupadas serán liberadas y de que los refugiados que fueron expulsados de sus hogares volverán a sus poblaciones.

Desde luego, además de las organizaciones internacionales, necesitamos mucho en este ámbito de la ayuda de la diáspora azerbaiyana. Quiero señalar con satisfacción que la diáspora azerbaiyana se ha vuelto en los últimos años más organizada, y las colectividades azerbaiyanas, la diáspora, ya se dan a conocer en cada uno de los países donde se encuentran y, en general, en la comunidad internacional. Sin embargo, esto no es más que la primera etapa en la formación de nuestra diáspora. Todos, ustedes y nosotros, debemos hacer aún mucho más para crear una vigorosa diáspora azerbaiyana, para que los azerbaiyanos que viven en distintos países sean más fuertes y tengan una situación económica más sólida que les permita participar activamente en la vida sociopolítica de su país, ejercer influencia en la vida de su país; para que, de tal modo, junto con la propaganda que Azerbaiyán hace de su independencia y de su política exterior, puedan ejercer influencia en la resolución de los problemas de Azerbaiyán. Creo que los azerbaiyanos del mundo deben avanzar en esta dirección, ya que en ella descubriremos muchas posibilidades aún no explotadas. Este es precisamente el objetivo que persigue el Congreso que hoy ha comenzado su trabajo.

Señalo una vez más que queremos que cada uno de los azerbaiyanos que viven en el extranjero viva bien en su país, fortalezca su posición, mejore su bienestar. Queremos que cada azerbaiyano participe activamente en la vida sociopolítica de su país, ocupe un lugar digno, tenga oportunidades de ejercer influencia. Deseamos todo eso.

Para realizar un aporte en esta causa, tomaremos la resolución de crear en la composición de nuestro estado un órgano especial dedicado a trabajar con la diáspora azerbaiyana. Creo que ese órgano centralizado, es decir, un órgano que mantenga un vínculo permanente con las colectividades azerbaiyanas, servirá tanto para la formación de colectividades –y en general para la diáspora azerbaiyana- como para el desarrollo general de nuestros vínculos.

¡Querido compatriotas!

Quiero repetir otra vez unas palabras que salen desde lo hondo de mi alma: para cada persona, la pertenencia nacional es una fuente de orgullo. Siempre he estado orgulloso de ser azerbaiyano, y hoy lo sigo estando.

La idea fundamental del estado independiente de Azerbaiyán es el azerbaiyanismo. Cada azerbaiyano debe estar orgulloso de su pertenencia nacional, debemos desarrollar el azerbaiyanismo –la lengua, la cultura, los valores nacionales y espirituales, las costumbres y las tradiciones de Azerbaiyán. Este es precisamente el objetivo que persigue la resolución que hemos adoptado relativa al desarrollo del idioma azerbaiyano. Hemos tomado la decisión de pasarnos al alfabeto latino. Hoy en Azerbaiyán todas las personas, todos los órganos estatales utilizan solamente el alfabeto latino. Es este un factor sumamente importante que testimonia nuestra identidad nacional, el azerbaiyanismo. En el futuro también haremos esfuerzos para promover el idioma azerbaiyano.

Como saben, el idioma de cada nación es muy caro a su pueblo. Nosotros queremos extraordinariamente el azerbaiyano, nuestro idioma materno, puesto que durante largos años nuestra lengua natal, el Azerbaiyán, no ocupó un lugar suficientemente amplio en nuestra vida. Pero, a pesar de eso, cada azerbaiyano ha hecho su aporte –grande o pequeño- en la conservación del idioma azerbaiyano. En particular, nuestros escritores, literatos y poetas han hecho mucho para el desarrollo de nuestra lengua en ese período difícil.

Hoy puedo decir, con un sentimiento de ilimitado orgullo, que en el siglo XX el idioma azerbaiyano ha avanzado mucho en su desarrollo. Presten atención a su riqueza, a qué agradable y melódica es nuestra lengua, a lo enorme que es su repertorio léxico a la hora de exponer cualquier pensamiento.

Garantizaremos el predominio de la lengua azerbaiyana en nuestro país, así como su paulatino desarrollo. Además queremos que cada azerbaiyano, independientemente del continente o del país donde viva, asimile el idioma del país donde reside, siga sus costumbres y sus tradiciones, se adapte a sus condiciones, pero al mismo tiempo que desarrolle el idioma azerbaiyano.

Ningún otro medio une tanto a los pueblos como la lengua, las tradiciones y los valores nacionales y espirituales. Debemos siempre recurrir a este medio, en particular los azerbaiyanos que viven en el extranjero. Por eso quisiera que los azerbaiyanos que conforman las colectividades azerbaiyanas en cada país sean solidarios, se apoyen uno a otro, se entiendan, se preocupen profundamente el uno por el otro y sigan juntos nuestras costumbres y tradiciones nacionales, nuestros valores nacionales, celebren nuestras fiestas nacionales. Y no solo el día de la independencia o el Noruz, sino todas las otras fiestas. Que generen posibilidades concretas para que la nueva generación, los niños, aprendan el idioma azerbaiyano. Haremos todo lo posible para que las futuras generaciones, sus hijos, nuestros hijos, levanten aún más alto la idea del azerbaiyanismo, para que desarrollen paulatinamente el idioma azerbaiyano y nuestros valores nacionales y espirituales.

¡Queridos amigos!

Pueden estar seguros de que Azerbaiyán, como estado independiente, ya hace diez años que se sostiene firmemente sobre sus piernas. En este período transcurrido hemos desarrollado la independencia de Azerbaiyán, y hoy declaro que la independencia de Azerbaiyán es eterna, irreversible y permanente.

Queridos amigos, Azerbaiyán independiente siempre será un sostén para ustedes, siempre los protegerá, y en Azerbaiyán los consideramos nuestros enviados, depositamos en ustedes grandes esperanzas, contamos con ustedes, los consideramos nuestro apoyo.

Así como Azerbaiyán independiente es un estado joven, jóvenes son también la solidaridad de Azerbaiyán, la unidad de los azerbaiyanos del mundo y las colectividades azerbaiyanas en los distintos países. Sin embargo, hoy hemos ingresado en una nueva etapa. Nos estamos formando, nuestra independencia se fortalece, la organización de los azerbaiyanos que viven en el extranjero avanza mucho más rápido, y juntos vamos a desarrollar el azerbaiyanismo, lo haremos eterno y permanente.

¡Queridos amigos!

Les deseo salud y felicidad. Les pido a los diputados e invitados que han venido del extranjero que hagan llegar a todas las colectividades azerbaiyanas, a cada azerbaiyano, el saludo y el amor del pueblo azerbaiyano, de su estado, de su presidente.

Les deseo a cada uno de ustedes éxito en el trabajo, en la labor que están realizando en sus países. Le deseo a cada familia, a cada azerbaiyano, independientemente de su lugar de residencia, una vida y un futuro feliz. ¡Que nuestros ríos no se sequen! ¡Que nuestros árboles no sean derribados! ¡Que nuestra luz no se apague!

¡Gloria al pueblo azerbaiyano!

¡Viva Azerbaiyán independiente! ¡Viva Azerbaiyán! ¡Viva Azerbaiyán!

Traducido del ruso al español según el periódico “El obrero de Bakú”, 10 de noviembre de 2001.