¡Estimados compatriotas!

¡Hoy, con un profundo sentimiento de dolor y tristeza honramos la memoria de las víctimas de la tragedia de Jodzhali, que entró en la historia de nuestro pueblo y la humanidad como uno de los terribles ataques terroristas masivos. El 26 de febrero de 1992 las unidades armenias militares equipadas con las armas y tecnologías modernas y con la participación directa del regimiento 366 del ejército de la antigua Unión Soviética arruinaron la cuidad de Jodzhali de Azerbayán, cometieron un brutal masacre contra los civiles inocentes - mujeres, ancianos y niños. Este acto de agresión, conocido por su crueldad, este crimen sin precedentes fue dirigido no sólo contra la población de Jodzhali, sino toda la humanidad. Desde principios del siglo XX, los nacionalistas armenios agresivos cometieron repetidas acciones de genocidio contra los azerbaiyanos. Pero el genocidio de Jodzhali fue más terrible.

Pero también es justo señalar que los defensores heroicos de Jodzhali no tuvieron miedo ante el enemigo armado hasta los dientes, no se confundieron, mostraron en una batalla desigual muestras de auténtico heroísmo y valentía.

Recordando la tragedia de Jodzhali al mismo tiempo somos testigos de la incapacidad y la debilidad de la dirección de entonces de Azerbaiyán, que cumpliendo irresponsablemente su deber permitió esta tragedia. Las autoridades estuvieron obligadas a garantizar la seguridad y la defensa de sus ciudadanos, mostraron una indiferencia total al destino del pueblo, no hicieron nada para salvar la ciudad y su población que estaba en asedio.

Por desgracia, la comunidad internacional también permaneció indiferente a esta tragedia terrible, el acto de genocidio que tenía lugar ante los ojos de nuestros contemporáneos, este genocidio no recibió su apreciación fundamental, política y moral.

Los actuales dirigentes de Azerbayán y los ciudadanos del país tienen una tarea de crear una imagen objetiva de la tragedia de Jodzhali, el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán, el problema de Nagorno Karabaj para los círculos políticos del mundo y la comunidad internacional, revelar y mostrar en detalle el carácter y la escala de los crímenes cometidos contra nuestro pueblo, desenmascarar la verdadera cara de los nacionalistas armenios que se han hecho pasar por oprimidos y víctimas. Por una parte, esto es nuestro deber sagrado ante la memoria de las víctimas de genocidio, por otra parte, en la práctica mundial no existen tales acciones inhumanas.

Honrando la memoria de las víctimas del genocidio de Jodzhali, pensamos sobre la conciencia y el deber ciudadano de cada uno de nosotros ante ellos. A vivir con las ideales de los héroes de Jodzhali, que dieron sus vidas para defender la independencia del Estado de Azerbayán, garantizar la inviolabilidad de sus fronteras, su integridad territorial es un camino más seguro para cumplir con sus deberes.

En este día de dolor nacional, una vez más inclino mi cabeza ante la bendita memoria de los mártires de Jodzhali, declaro nuestra fidelidad a sus asuntos justos, que Dios bendiga, quiero expresar mis condolencias a sus familiares, próximos y todo nuestro pueblo.

Periódico "Azerbaiyán", 25 de febrero de 2001.