En octubre de 1997 en la Cumbre de Kishinau y en abril de 1998 en la Cumbre de Moscú de la CEI tuvo lugar una conversación franca y de principio sobre los problemas que impiden la cooperación igualitaria y efectiva de nuestros países en el marco de la Comunidad.
Tomamos nota con lástima que durante el año pasado, a pesar de los intentos para reformar la CEI, no fue superado la crisis dentro de nuestra Comunidad.
Una de las causas principales es la existencia de los conflictos armados en los territorios de los Estados miembros de la CEI. Estos confictos crean una atmósfera de desconfianza y tensión, bloquean nuestra cooperación efectiva y colaboración mutua en todas otras esferas de nuestras relaciones.
En este sentido, considero necesario reiterar los problemas, principales preocupaciones de la República de Azerbaiyán, que amenazan a su integridad territorial y soberanía, la paz y estabilidad en nuestra región.
Se sabe que durante muchos años continúa el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán, que condujo a la ocupación de un veinte por ciento del territorio de Azerbaiyán, la expulsión de más de un millón de nuestros ciudadanos de sus tierras natales. Dos Estados - miembros de la Comunidad-Armenia y Azerbaiyán están en una situación de conflicto armado, el tercer Estado-Rusia es uno de los copresidentes de la Conferencia de Minsk de la OSCE, destinadas a arreglar el conflicto.
Sin embargo, a pesar de la observación del acuerdo de alto el fuego alcanzado en mayo de 1994, el conflicto hasta ahora no fue arreglado.
En estas circunstancias es totalmente inaceptable las acciones de las autoridades gubernamentales de la Federación de Rusia de la militarización de Armenia.
A principios de 1997, se hicieron conocidos los actos de los traslados ilegales, ilegítimos de armas de Rusia a Armenia, incluido un gran número de tanques, los complejos operativos y tácticos, sistemas de defensa aérea, y varios sistemas múltiples de lanzamiento de cohetes y otros equipos en suma más de un mil millones de dólares. Como sabemos, envíos se realizaron a partir de 1993, es decir, en un momento cuando entre Armenia y Azerbaiyán fueron operaciones militares activas, y como resultado de esto los territorios de Azerbaiyán fueron ocupados por parte de las fuerzas armadas de Armenia. El envío de los armas ha continuado y después de la cesación del fuego.
A pesar de nuestro llamamiento al Presidente de Rusia para investigar estos hechos y garantizar el retorno de las armas ilegalmente enviadas, los resultados no se lograron. La Fiscalía General, el Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia, otros órganos ejecutivos del gobierno federal no llevaron al fin de la investigación.
El trabajo de la comisión interestatal trilátero (Rusia, Armenia, Azerbaiyán), creada para aclarar las circunstancias de las entregas ilegales de armas de Rusia a Armenia, está bloqueando. Esperamos que se tengan en cuenta las actividades ilegales de los funcionarios responsables de estas acciones, y tomarán medidas necesarias para retirar y sacar de Armenia las armas y equipos militares de Rusia, transferidos ilegalmente, pero no hay resultados.
Estamos preocupados por las bases militares de la Federación de Rusia en el territorio de Armenia, que está en una situación de conflicto armado con Azerbaiyán. En agosto de 1997 entre Rusia y Armenia se firmó un tratado de Amistad, Cooperación y Asistencia Mutua que contiene los artículos sobre la cooperación militar, además se firmaron más de veinte acuerdos en la esfera de técnica militar, se realizan regularmente maniobras militares conjuntas, las fuerzas de defensa aérea realizan una guardia común militar.
Teniendo en cuenta que la Federación de Rusia es el intermediario en el arreglo del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán, hemos pedido de suspender los artículos del tratado sobre la cooperación política y militar y otros acuerdos en la esfera militar con Armenia hasta la paz. Sin embargo, estos llamamientos fueron ignorados también.
Considero que es necesario recordar una vez más que el despliegue de bases militares rusas en territorio armenio, equipado con un gran número de modernos equipos militares y de armas, constituye una grave amenaza para la República de Azerbaiyán, lo que complica la situación y no contribuye al arreglo del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán.
Me veo obligado declarar que los miembros de las unidades militares rusas, emplazadas en el territorio de Armenia, cayeron prisioneros en varias ocasiones durante las operaciones militares en Karabaj y teniendo en cuenta las numerosas peticiones de la parte rusa los damos a la Federación de Rusia.
En repetidas ocasiones hemos solicitado una aclaración ¿qué objetivo persigue la instalación de las bases militares de la Federación de Rusia en el territorio de Armenia? Pero la respuesta adecuada no se recibe. Las declaraciones que no están dirigidas contra Azerbaiyán no nos tranquilizan. Hay una pregunta - ¿entonces contra quién están dirigidos? Independientemente de la respuesta, podemos decir que esto complica la situación en Transcaucásica, de hecho tiene una línea desunida militar y política en la región.
Las cuestiones que se plantean por nosotros tienen una significación extraordinariamente importante no sólo para Azerbaiyán, pero para toda la región, para la Comunidad en su conjunto.
Estos problemas exigen respuestas claras de la Federación de Rusia y tomar medidas más eficaces.