Discurso del Presidente de Azerbaiyán, Heydar Aliyev, en la reunión con los miembros de las familias de los mártires de los trágicos acontecimientos del 20 de enero de 1990 en Bakú y un grupo de personas con discapacidad que resultaron heridas en esos días - 19 de enero de 1994


!Queridos hermanos y hermanas, familiares de mártires, nuestros ciudadanos que resultaron heridos en la tragedia del 20 de enero y todavía sufren, queridos invitados!

En estos días conmemoramos el cuarto aniversario de la tragedia del 20 de enero. La tragedia del 20 de enero es una de las páginas más negras de la historia del pueblo azerbaiyano. En ese día, es decir, en la noche del 20 de enero fue cometida una agresión militar, política y moral contra el pueblo azerbaiyano, el agresor clavó la bayoneta en su pecho, se cometieron crímenes terribles para oprimir y pisotear nuestro pueblo, ofender su orgullo. Esta tragedia ha causado un gran cambio en la vida del pueblo azerbaiyano. Esta tragedia también está estrechamente relacionada con las tragedias y cosas cometidas contra el pueblo de Azerbaiyán en el período anterior. Antes de eso, hace unos años, las fuerzas agresivas realizaron planes para dividir, destruir la República de Azerbaiyán, ocupar las tierras de Azerbaiyán. 

Para realizar plenamente todo esto había que romper la voluntad del pueblo azerbaiyano, oprimir a nuestro pueblo. En relación con esto, fue cometida la tragedia del 20 de enero.

En ese día, esa noche, nuestros queridos hijos, hermanos y hermanas murieron, muchas personas resultaron heridas, y viven ahora. Pero esto no es todo. Ese día, el pueblo azerbaiyano fue ofendido. Ese día, se cometió una agresión contra nuestro pueblo. Por desgracia, algunas personas traidoras de nuestro pueblo trataron de disimular la agresión. Durante cuatro años, este tema no ha obtenido la evaluación política y jurídica. 

Al mismo tiempo, cabe señalar que en aquel día sangriento de enero, nuestro pueblo perdió sus ciudadanos queridos, pero fue capaz de salvar su honor, su dignidad. Nuestro pueblo demostraba que era imposible romper su voluntad. La lucha por la libertad y independencia continuaba, ahora Azerbaiyán es un Estado independiente, ha alcanzado su libertad y soberanía. 

Lo repito una vez más, el significado de ese día no debe ser determinado por el número de personas que sacrificaron sus vidas o resultaron heridos. Ese día tiene gran sentido político y moral. Por desgracia en estos cuatro años, los organismos del Estado, las autoridades no han mostrado la actitud necesaria hacia esta cuestión, la llamada, la voz de nuestros ciudadanos patriotas no han sido oídas, han sido ahogadas. Aún no se han determinado los culpables, y esta cuestión no ha obtenido una valoración justa política y jurídica. Ofrezco condolencias a las familias de los mártires. Le pido a Alá que les de paciencia a ustedes. Quiero asegurarles que yo, como presidente de la República de Azerbaiyán, dedicaré mis esfuerzos para investigar esta cuestión y dar una valoración política y jurídica a la tragedia del 20 de enero. 

Aquí, se han puesto en evidencia gran cantidad de problemas de las familias de los mártires, las personas heridas en relación con la tragedia del 20 de enero. No puedo imaginar que estos problemas han quedado sin resolver durante cuatro años. Así, nuestro encuentro me ha dado un montón de información útil. Inmediatamente quiero decir: yo doy indicaciones a la comisión creada por mi decreto del 5 de enero, para continuar su trabajo y tomar medidas para investigar, resolver todos los problemas relacionados con la tragedia del 20 de enero. Estas cuestiones estarán bajo mi control personal. Quiero asegurarles que haremos todo lo posible para resolver todos los problemas, y yo, como presidente, por medio de mis decretos, órdenes, desiciones tomará las medidas necesarias para resolver estas cuestiones. 

Quiero hacer un comentario sobre una cuestión. Nuestros primeros mártires fueron enterrados aquí, en un lugar que ahora se llama el Callejón de los Mártires (en el pasado lo llamamos Parque Upland). Son los mártires de la tragedia de enero. Es un lugar sagrado, un lugar de peregrinación para todos nosotros, y como un lugar sagrado entrará en nuestra historia. Al mismo tiempo, creo que en Bakú, debemos erigir un monumento dedicado a los mártires de la tragedia del 20 de enero, para perpetuar la memoria de los mártires del 20 de enero y para mostrar a las generaciones actuales y futuras el papel político importante de esta cuestión en la historia del pueblo azerbaiyano. Los nombres de los que murieron ese día, en la noche del 20 de enero, deben ser escritos, inscritos en este monumento. Esto debe entrar en la historia de nuestro pueblo. 

Nuestra gente a lo largo de la historia ha tenido muchos mártires. Nuestra nación tiene una larga y rica historia. Tenemos una gran cantidad de mártires sino los mártires de cada época tiene su propio lugar en la historia y los acontecimientos que tienen lugar en diferentes períodos, tienen su propio significado. En este sentido la tragedia del 20 de enero de 1990 es particularmente importante. Por eso este evento se conmemora particularmente.

Ustedes saben que en los últimos días, especialmente después del comienzo de la ejecución de mi decreto emitido el 5 de enero, muchos de los temas, en cierta medida, se han aclarado. Hace dos días, en el periódico "Azerbaiyán" fueron publicados la crónica de las decisiones y documentos aprobados en relación con la tragedia del 20 de enero durante los últimos cuatro años, y algunos comentarios. La familiarización con el texto de estos documentos y decisiones aún más sorprende y horroriza a la persona. Se aclaran en primer lugar, una actitud indiferente a este trágico suceso, en segundo lugar, una inconsistencia política, y en tercer lugar, la ocultación de la tragedia en los últimos cuatro años.

En aquel tiempo, después de la tragedia ese día fue declarado un día de luto. Después de algún tiempo, ese día se llama de otra manera. Más tarde, fue declarado el Día de los Mártires. Ahora no quiero expresar mi opinión sobre lo que estas decisiones están justificadas o injustificadas, no quiero decir si corresponden con el sentido político y el contenido de la tragedia del 20 de enero, y creo que no corresponden. Pero todo esto nos invita a reflexionar, investigar concretamente estos problemas y tener una actitud responsable. Nos invita a adoptar decisiones que correspondan al contenido político, la esencia de la tragedia de enero. Creo que la Comisión preparará y presentará las medidas necesarias. Personalmente, voy a ocuparme de estas cuestiones.

Ustedes saben que cuando sucedió la tragedia del 20 de enero, el 21 de enero, pronuncié un discurso y expresé mi actitud hacia esta cuestión en un mitin y una conferencia de prensa, y ​​ el mismo día en la Misión Permanente de Azerbaiyán, le expresé al pueblo de Azerbaiyán mis condolencias, todo esto sucedió en un momento cuando yo vivía en Moscú, se puede decir, estaba bajo la represión, me sometía a grandes limitaciones de carácter político. Además, con gran dificultad me llamé por teléfono a algunas personas y les pedí que mis condolencias se publicaran en los periódicos azerbaiyanos o fueron leidos en la ceremonia funeral. Pero luego me informaron que entonces ninguna de estas solicitudes no hubiera realizado.

En aquellos días, yo estaba muy triste. En la medida de lo posible, yo observaba los acontecimientos ocurridos en Bakú, y luego otra vez yo estaba enojado al ver la ausencia de los entonces dirigentes de Azerbaiyán en la ceremonia fúnebre de los mártires. Sheikh-ul-Islam Allahshukur Pashazade, nuestros intelectuales enterraron los mártires en el Callejón de los Mártires. Recuerden esto. Si en ese período trágico, los dirigentes de Azerbaiyán no participaron en la ceremonia fúnebre de los mártires de su pueblo, esto muestra que ellos mismos son responsables de esta tragedia, y desde aquel día trataron de ocultar èsta tragedia.

¿Cómo puede ser que aún se desconoce cómo sucedió esta tragedia? Aquí, el padre de un mártir me ha recordado a una pregunta. Sí, en ese momento, durante la investigación se supo que los días 16-17 de enero, los hospitales se habían preparados. Sí, grandes salas de hospital se habían preparados, los cirujanos habían sido advertidos. Porque esta agresión fue organizada, y no sólo Gorbachov o los otros dirigentes del gobierno soviético y el Partido Comunista en Moscú lo organizaron. En primer lugar, lo organizaron los entonces dirigentes del Partido Comunista de la República de Azerbaiyán con el fin de ahogar y aplastar su pueblo, para reprimir el movimiento de liberación del pueblo, a insultar el honor del pueblo.

Esta es la verdad. Para revelar esta verdad no se necesita mucho talento. Por desgracia, durante los últimos cuatro años, se realizaron un gran trabajo con el fin de ocultarlo. Pero no podrán ocultar. Tengan en cuenta que los crimenes cometidos hace ciento, setenta años, se revelan ahora. Dos o tres días antes, la televisión de Moscú informó de que se había investigado la Rebelión de Kronstadt de 1921, y fue revelado que allí, no hubo ninguna rebelión, y después de 73 años se justificaron las personas que entonces se declararon los rebeldes. Las desgracias del pueblo de Azerbaiyán, el asesinato de los intelectuales en 1937-1938, fueron descubiertos 20 años después - en 1956-1957, y sus autores fueron condenados. No se trata de la condena a ciertos individuos, a pesar de que los delincuentes deben ser considerados responsables. Se trata del aspecto político de la cuestión, su reflejo correcta en la historia del pueblo azerbaiyano. Por eso he dicho y lo repito: si el 20 de enero de 1990, se cometió una agresión militar y política contra el pueblo azerbaiyano, si esto es un gran crimen, entonces la ocultación de la verdad es aún más delincuencia y la gran traición al pueblo.

Si ayer ustedes vieron la transmisión de televisión en vivo de la reunión del Milli Mejlis, ustedes, probablemente, veían el ambiente que prevalecía allí. Imagínese usted que el Presidente de la comisión, Vice-Presidente de la Academia de Ciencias de Azerbaiyán, académico, erudito, hombre del pueblo, persona que durante dos años ha tratado de ocultar este asunto, ayer, quería demostrar que así debería ser. Tuve que mantener un diálogo con él. Ustedes, probablemente, lo escucharon.

Por eso, como levanté mi voz hace dos años, el 21 de enero de 1990, cuando vivía en condiciones difíciles en Moscú, como levanté mi voz cuando fui liberado de allí y llegé a Bakú, donde no podía encontrar un lugar seguro y fui a Najicheván, luego, como levanté mi voz en las sesión del Soviet Supremo de Azerbaiyán en 1991, y ahora, levanto mi voz. No porque estamos hablando de alguien, aquí se trata del pueblo. Estamos hablando de la historia del pueblo y de la agresión contra el pueblo. Si, por un lado, esta agresión fue cometida contra el pueblo azerbaiyano por los dirigentes de la Unión Soviética, el Partido Comunista, bajo el liderazgo de Gorbachov, por otra parte, y sobre todo por los dirigentes del Partido Comunista de Azerbaiyán, el Gobierno de Azerbaiyán, tal vez ellos sean más culpables.

Tal vez ustedes no sepan lo que en junio de 1991, en Moscú, hice una declaración de mi renuncia al Partido Comunista. Fui miembro del Partido Comunista desde 1943, le servía fielmente. Pero en 1991, en el Palacio del Kremlin en Moscú, hice una declaración de mi renuncia al Partido Comunista. ¿Por qué? Voy a buscar esta carta y pediré que la publiquen. Entonces escondieron mi declaración en todas partes. Allí, se habla de las razones de mi renuncia al partido. Un desastre cometido por parte del Partido Comunista contra la población de Azerbaiyán, la agresión contra Azerbaiyán en relación con la cuestión de Karabaj es la primera razón. La tragedia del 20 de enero, la agresión contra el pueblo azerbaiyano y ocultar la agresión es la segunda razón. En 1991, por estas razones dejé el Partido Comunista.

Quiero decir que yo tomando en serio esta tragedia, siempre he tratado de cumplir mi deber cívico, estoy en esta posición hoy, y quedaré en esta posición en el futuro. En primer lugar, en nombre de la justicia, al mismo tiempo, en nombre del honor, la dignidad y el orgullo nacional del pueblo azerbaiyano.

Pero ayer, yo vi que en la reunión del Parlamento de Azerbaiyán no sólo académico Midhad Abbasov pero también eran otras personas indiferentes a esta cuestión. ¿Por qué? Porque ellos mismos son participantes de este asunto. Creo que ninguno de los que cometieron esta tragedia no deben tener el título de ciudadano de Azerbaiyán. El castigo de siertos individuos es una pequeña pregunta. Lo más importante es que es necesario dar a este acontecimiento una valoración jurídica y política desde el punto de vista histórico, que las generaciones futuras sepan los desastres del pueblo de Azerbaiyán, pero la gente no ha perdido su voluntad y ha valorado correctamente todos estos eventos. Quiero asegurarles que continuaré con mis esfuerzos en esta esfera, utilizando mis capacidades voy a tratar de revelar esta cuestión, dar a la tragedia del 20 de enero una valoración política y jurídica. En nuestro país, ahora también hay mártires. Defendemos nuestra Patria, defendemos nuestras tierras. Pero los mártires de la tragedia del 20 de enero tiene un lugar especial en la historia de Azerbaiyán. Nuestro estimado poeta Bakhtiyar Vahabzade con razón dijo: ellos se sacrificaron en nombre de la libertad de su país, a su gente, no participando en cualquier lucha. Algunos dicen que fue necesario advertir que nadie se quedara en la calle, nadie muriera. Esas palabras también parece extraño para mí. ¿El hecho de que alguien estuviera escondido en la casa, no pasara nada cuando llegaron los tanques? ¿Así, sería conveniente para el pueblo de Azerbaiyán? Es un argumento muy extraño.

Una vez más, pido a Dios por el descanso de las almas de los mártires, que Dios dé paciencia a las familias de los mártires. Quiero asegurar a todos ustedes que la tragedia del 20 de enero, los desastres que habían sucedido antes y después de esta tragedia, no pueden romper la voluntad del pueblo de Azerbaiyán. El pueblo azerbaiyano valora altamente nuestras tradiciones históricas y heroicas, es capaz de defender a su patria, su tierra, la independencia de la República de Azerbaiyán. Actualmente en las regiones de primera línea, nuestros heroicos soldados con valentía defienden el territorio de nuestra república, y ustedes pueden ser seguros de que nuestra justa causa, la defensa de las tierras de Azerbaiyán y la integridad territorial de nuestra república están garantizados y se garantizarán en el futuro.

Miro con mucho optimismo el presente y futuro, y los invito a alejarse de este dolor y gemido y mirar hacia el futuro. Nuestro futuro es fortalecer la independencia de la República de Azerbaiyán, garantizar su integridad territorial. Pueden ustedes estar seguros de que lo vamos a lograr. ¡Gracias!