Discurso del Presidente de la República de Azerbaiyán, Heydar Aliyev, en la ‎ceremonia solemne dedicada al ingreso de la República de Azerbaiyán en el Consejo ‎de Europa - Estrasburgo, 25 de enero de 2001‎


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¡Estimado señor Presidente!

¡Estimado señor Presidente del Comité de Ministros!

¡Estimado señor Secretario General!

¡Estimados participantes de la ceremonia!

Hoy, en el centro del parlamentarismo europeo - en la ciudad de Estrasburgo, en este grandioso palacio del Consejo de Europa pasa un acontecimiento de gran importancia no sólo para la República de Azerbaiyán, sino también para toda Europa: Azerbaiyán se une a la familia de los paises europeos. Este es una etapa importante en el proceso conducente a la integridad completa de Europa, tanto en sentido político, como en sentido histórico, cultural.

En 1991, en relación con el colapso de la Unión Soviética, Azerbaiyán declaró su independencia estatal. Azerbaiyán no sólo en la última década, pero durante los dos últimos siglos de su historia estaba en estrecha cooperación con Europa, basandose en valores universales, asimilaba la cultura occidental. Azerbaiyán que está situado en la encrucijada de Oriente y Occidente, Europa y Asia, es el centro de cruce de los destinos históricos, las religíones y culturas, sirve como un puente entre dos continentes, dos civilizaciones.

El pueblo azerbaiyano conservando sus origenes orientales, ha creado una cultura única basada en una sintesis de las civilizaciones de Oriente y Occidente, ha conribuido a la propagación de las ideas progresivas de Occidente y Europa en el Caucaso, en Oriente Medio. El resultado de una comunicación estrecha y significativa con Europa es lo que desde mediados del siglo XIX precisamente el pueblo azerbaiyano creó el primer periódico, la primera escuela de tipo europeo, el primer teatro, las nuevas tendencias en la literatura, el arte y el pensamiento social en Este musulmán, al fin, en 1918, en el Oriente, proclamó el primer Estado secular - República Democrática de Azerbaiyán.

El acontecimiento de hoy no es sólo el resultado de nuestra cooperación política en los últimos años, esto es el resultado de la cooperación histórica de doscientos años entre Azerbaiyán y Europa.

Obteniendo su independencia estatal en 1991, Azerbaiyán unívocamente elegió el camino de la integración en Europa, centrándose en sus valores humanísticos y democráticos. Sobre la base de la experiencia progresiva europea, en un período histórico corto, hemos logrado mucho. A pesar de todas las dificultades, hemos seguido por el camino de la liberalización económica, la construcción de un Estado de derecho, la sociedad civil. Hemos puesto en primer plano la protección de derechos humanos, hemos aplicado todos los esfuerzos para liberar nuestro país y nuestros ciudadanos de la pesada herencia del régimen totalitario. Hemos logrado la estabilidad interior, que es una de las condiciones importantes para el desarrollo de la democracia. Hemos creado el sistema político multipartidista, hemos garantizado la libertad de palabra, la libertad de prenza. Hemos aprobado la nueva Constitución, el principio fundamental de que es la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Por primera vez en el Oriente, hemos suprimido la pena de muerte, hemos creado un nuevo sistema legislativo, hemos celebrado las elecciones presidenciales, parlamentarias y municipales. Hemos realizado y realizamos una serie de imortantes reformas políticas y económicas.

Pero, por desgracia, a pesar de todos nuestros esfuerzos, entrando en el Consejo de Europa, tenemos no sólo los avances, éxitos positivos, pero también los problemas. Este es, ante todo, el problema de Nagorno Karabaj que no ha sido arreglado hasta ahora y existe entre Azerbaiyán y Armenia, que hoy, al mismo tiempo, ingresan en el Consejo de Europa.

Las dificultades derivadas de este problema de Azerbaiyán, en primer lugar, la presencia de grandes números de refugiados y desplazados internos, la grave situación económica y social del país son los obstáculos en el camino del desarrollo de la democracia, la protección de los derechos humanos en nuestro país y en toda la región.

Comprendemos el ingreso de nuestro país en el Consejo de Europa no sólo como resultado de nuestro trabajo colectivo, grande, pero también lo apreciamos como mano de amistad tendida a Azerbaiyán, a su pueblo. Por lo tanto, creemos que muchos de nuestros problemas se resolverán en la familia de Europa unida.

En estos minutos estamos experimentado un acontecimiento verdaderamente histórico. Poco tiempo después la bandera de Azerbaiyán será izado ante el Consejo de Europa.

Uno de los tres colores de nuestra bandera simboliza a la contemporaneidad, sobre todo, a la europeización. Estamos contentos de que nuestra bandera adquiere su significación real, ocupa su lugar digno entre las banderas de otros países de Europa.

Agradezco por la atención. 

Periódico "Azerbaiyán", 26 de enero de 2001.

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