¡Estimado señor Presidente!

La dramática situación en mi país como resultado de la continuación y la escalada de la agresión armenia, dirigida a la desmembración territorial del estado soberano de Azerbaiyán, obligándome de dirigirme a ustedes con este mensaje.

Siendo partidario de los principios y normas del derecho internacional, Azerbaiyán partiendo de las ideas de la seguridad y la cooperación internacionales, y apoyando a los derechos y obligaciones de los miembros de esta organización internacional, ha dado su conformidad a la intermediación de la OSCE en el arreglo pacífico del conflicto que le impuso por la República de Armenia. Durante el largo y difícil proceso del arreglo, el gobierno de Azerbaiyán, mostrando su compromiso con el arreglo pacífico del conflicto y un máximo de flexibilidad y constructivismo, ha estado buscando las vías para detener el derramamiento de sangre y subir a una base solida para las negociaciones. Pero la grave violación por Armenia de sus obligaciones ante la comunidad internacional y de Azerbaiyán socava nuestros esfuerzos de paz.

Desde la adopción de la decisión del Consejo de Ministros de la OSCE sobre la Conferencia de Minsk ya ha pasado más de un año, pero hoy esta idea está lejos de la realidad. Si hace un año hablamos de la necesidad de la liberación de Shusha y Lachin, como la única vía posible para poner la situación en conformidad con la decisión del Consejo de Ministros, y celebrar la Conferencia de Minsk, pero en la actualidad los agresores armenios ocuparon más de 17 por ciento del territorio de Azerbaiyán. Fueron ocupadas toda la parte montañosa de Karabaj, las regiones de Lachin (la parte del sur fue ocupada en mayo de 1992, y el norte - en abril de1993), Kelbajar, los pueblos de la República Autónoma de Najicheván, las regiones de Gazakh, Fizuli, Zanguelan, Agdám de Azerbaiyán. En total fueron ocupados 503 pueblos y aldeas, el número total de los refugiados y personas desplazadas es 567 mil personas.

Comenzando la agresión política, expresada en la toma de decisiones traidores sobre la anexión de Nagorni Karabaj a su territorio, y luego enviando los emisarios y terroristas y suministrando armas, hoy Armenia está llevando a cabo acciones militares en gran escala en el territorio de Azerbaiyán, despreciando los llamamientos y decisiones de la CSCE y la ONU, incluida la resolución 822 del Consejo de Seguridad, que de manera inequívoca exige la retirada de las fuerzas de ocupación de Azerbaiyán. Los esfuerzos de la CSCE, dirigidos a aplicar la resolución, fueron bloqueados por Armenia que renuncia a cumplir las exigencias legales del intermediario y presenta condiciones inaceptables. Como resultado de estas acciones de la República de Armenia la última visita de Mario Raffaelli, como visitas anteriores, no ha dado ninguna razón para la esperanza de aplicar pronto la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y detener el derramamiento de sangre tan esperada.

Cualquier referencia de la parte armenia que las formaciones armadas armenias que operan en Nagorno Karabaj no obedecen a la República de Armenia, es absolutamente infundada. Todos los suministros de armas pesadas, municiones, mano de obra, también la gestión directa de las operaciones militares se realizan a través de la región anexada de Lachin.

Despues de la salida de la misión de Raffaelli, Armenia aprovechando la pausa, lanzó un nuevo masivo ataque, durante el cual sus fuerzas armadas ocuparon la ciudad de Agdám. Este acto traicionero asestó un duro golpe al proceso de paz no comenzado. Anteriormente, el gobierno de Azerbaiyán advirtió al Consejo de Seguridad que el retraso en el proceso crea una situación peligrosa que puede llevar a un gran desastre.

La situación actual exige obstinadamente la intervención del Consejo de Seguridad sobre la base de las competencias que le dieron conforme a la Carta de las Naciones Unidas.

Son necesarias las medidas urgentes para detener al agresor y el derramamiento de sangre, liberar los territorios ocupados de Azerbaiyán.

En relación con todo esto, pido de inmediato a convocar el Consejo de Seguridad.

Periódico "Azerbaiyán", 29 de julio de 1993.