Discurso del Presidente de la República de Azerbaiyán y Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, Heydar Aliyev, en la ceremonia conmemorativa dedicada al 30 aniversario del Liceo Militar Chamshid Najichevanski - 19 de abril de 2003


¡Queridos cursantes, profesores, oficiales, generales!

¡Estimados señores y señoras!

El día de hoy es un día significativo en la vida del Liceo Militar Chamshid Najichevanski, ya que los trabajos de reconstrucción y de reparación realizados en el Liceo Militar durante el último año lo han dejado en el estado en que hoy lo vemos.

Quiero declarar que asignamos del presupuesto público grandes medios para los trabajos de reconstrucción y de reparación en el liceo, movilizamos una gran cantidad de constructores, incluso comprometí en este trabajo a la dirección del Gabinete de Ministros para que llevaran el control. Hoy me resulta agradable y me alegra que la escuela especializada que en su momento creamos en el edificio de una escuela normal, hoy Liceo Militar Najichevanski, disponga de un territorio grande; aquí se han creado las condiciones para el funcionamiento de un liceo de alto nivel.

Los felicito por ello y quiero expresar mi esperanza de que los cursantes, profesores y oficiales del liceo aprovecharán con éxito las condiciones creadas aquí, de que esto elevará la calidad del trabajo de enseñanza y de educación.

Este liceo es para mí como un hijo propio. Porque, como se sabe, superando muchas dificultades, en el año 1971 -ya pasaron más de 30 año- fundé este liceo y creé una escuela secundaria especializada en el ámbito militar. Me han dicho aquí en el museo que entonces atrajimos a la escuela a niños y adolescentes. Pero este trabajo no tuvo mucho éxito, puesto que muchos no lo comprendían. Los primeros graduados de la escuela, es decir, después de tres años del primer ingreso, fueron apenas 49 hombres. Pero vean ahora: el Liceo Militar parece una gran unidad de ejército. Anualmente ingresan en el liceo 800 hombres, 600 hombres aquí y 200 en la filial de Najicheván. Es un resultado magnifico.

Hoy me alegra que esta escuela que creé en su tiempo con grandes dificultades haya alcanzado actualmente un nivel tan alto. Al crearla pensaba que los jóvenes de Azerbaiyán debían servir en el ejército, pero para dominar la profesión militar tenían que estudiar, recibir la enseñanza correspondiente. En aquellos años la juventud de Azerbaiyán no tenía interés en la especialidad militar. Y no era su culpa. Simplemente en Azerbaiyán esta cuestión fue abandonada por largos años. Precisamente para lograr un cambio en este ámbito fue que creamos la escuela secundaria especializada.

El Liceo Militar siempre está en mi corazón. Desde 1971 he venido aquí cada año, me he encontrado con los cursantes, profesores y oficiales. ¿Por qué? Porque cuando yo, como dirigente de Azerbaiyán, dirigía aquí mi atención, naturalmente todas las otras organizaciones también lo hacían. Es verdad, ha habido dificultades, ya que los hombres todavía no podían comprender del todo la importancia de esto. Pero lo entendieron y ahora prestan ayuda al Liceo Militar.

En el año 1982 me trasladé a Moscú para trabajar. Pero cada año me interesaba por esta escuela. Recuerdo que en el año 1984 vine de Moscú a pasar unos días a Bakú. Tenía muchos asuntos que atender, pero consideraba que visitar el Liceo Militar era una de mis obligaciones principales. Llegué aquí, me puse al corriente de la situación. Luego, al volver a Moscú, presté desde allí ayuda complementaria a la escuela. De ese modo, el Liceo Militar se desarrollaba. Pero, por desgracia, el desgobierno, la anarquía y el caos que reinaron en Azerbaiyán en los años 1989-1990 también aquí ejercieron su influencia negativa. Al Liceo Militar no se le prestó la atención debida.

Vuelto al poder en Azerbaiyán, me interesé por el problema. El presidente del Consejo de Ministros tomó una decisión extraña: crear aquí una escuela primaria militar y transferirla al Ministro de Defensa. ¿Cómo una escuela primaria militar? Si ya es una escuela secundaria de alta calificación. Ingresan aquí los alumnos del octavo grado. Estudiando aquí durante tres años reciben formación media y a la vez formación militar. Llamarla escuela primaria militar era una gran indiferencia hacia esta escuela, una incapacidad de comprender su significación. Naturalmente, esto me preocupaba. Luego de eso me interesé por la escuela y quería venir aquí.

En el año 2000 estuve en la Academia Militar Superior. Dije que quería visitar también el liceo. Me dijeron: Señor Presidente, está en tan mal estado que su visitar ahora es indeseable. Me inquieté mucho y encargué al Gabinete de Ministros, al primer ministro, al ministro de defensa y a otros ministerios que aquí debían restaurar y reparar todo, construir nuevos edificios, poner orden. Y realizaron este trabajo.

Una vez me informaron de que todo el trabajo estaba cumplido. Pero luego se supo que no había residencia ni sala de deportes, aunque dijeran que todo estaba preparado. Di instrucciones complementarias, asigné recursos complementarios. Se construyeron la residencia, la sala de deportes y las piscinas, todo fue restaurado. Ahora, cuando uno mira alrededor, se siente alegría en el corazón. Es toda una ciudad. Estudiar aquí, recibir enseñanza es una felicidad. Por eso nuestros jóvenes que muestran interés en la especialidad militar ingresan en el liceo y se forman aquí, y después la mayoría de ellos ingresan en las academias militares superiores para estudiar. De este modo reforzamos nuestro ejército y creamos una base para abastecer nuestro ejército con oficiales de alta calificación. El lunes celebraremos en el Palacio "La República" el aniversario del Liceo Militar Chamshid Najichevanski. Allí tendremos una detallada conversación. Con esto quiero recordar la situación que teníamos aquí y compararla con su magnífico estado actual, después de la reconstrucción y reparación.

¡Queridos hijos nuestros!

¡Queridos cursantes!

Creo que aquí procurarán estudiar con notas sobresalientes. Fortalezcan su físico. Pueden acumular los conocimientos necesarios para ingresar en las academias militares superiores y en el futuro ser oficiales dignos de Azerbaiyán, sirviendo en nuestro ejército y haciendo su aporte en la defensa de Azerbaiyán. Lo más importante es que tendremos un cuerpo de oficiales más fuerte para liberar los territorios de Azerbaiyán ocupados por los agresores armenios.

Les deseo buena salud, éxitos en los estudios y espero que justifiquen plenamente la confianza en ustedes depositada. Gracias.