Discurso de Heydar Aliyev, Presidente de la República de Azerbaiyán, en la ceremonia celebrada en la Biblioteca Estatal de Azerbaiyán M.F.Ajundov y dedicada a la presentación del álbum fotográfico "Los refugiados de Azerbaiyán" - 5 de noviembre de 1997


¡Estimados señores y señoras!

La creación y presentación del libro compuesto por fotografías que reflejan la vida de los refugiados y emigrantes forzados que viven hoy en Azerbaiyán es un acontecimiento digno, significativo. Desde que en 1988 comenzara la agresión militar de Armenia contra Azerbaiyán hasta la fecha, en la vida de Azerbaiyán ha aparecido el factor de los refugiados y emigrantes forzados. Por desgracia, su cantidad ha aumentado cada año. Ahora ya superan el millón.

El conflicto militar iniciado como resultado de la agresión militar de Armenia contra Azerbaiyán ha asestado un gran golpe en nuestro país. Esta agresión militar ha sido un gran golpe para la economía, todas las esferas de la vida y los ciudadanos de Azerbaiyán. Esta tragedia penosa con que Azerbaiyán ha tropezado a finales de siglo, desde 1988 hasta hoy, es la más horrorosa, la más penosa y la más grave de todas las desgracias y tragedias que nuestro pueblo ha sufrido en el siglo XX. Sentimos los resultados negativos, horrorosos de esta tragedia en todas las esferas de nuestra vida. Sus penosas consecuencias también se sienten en la vida de la gente, de todos nuestros ciudadanos.

En muchos rincones del mundo hay refugiados y emigrantes. Pero en Azerbaiyán, que tiene 7 millones de habitantes, 1 millón vive como refugiados y emigrantes. Pienso que en ninguna otra parte del mundo existe tal situación.

Como resultado de la guerra tenemos muchos mártires y pérdidas. Esto es una herida penosa para nuestro pueblo. En la parte ocupada de nuestras tierras fue destruido todo lo que se había creado durante siglos, fueron dañados y destruidos nuestros monumentos históricos. Fueron destruidas las tumbas de la gente que allí había vivido. Todo esto es una herida penosa para nosotros. Paralelo a esto, la expulsión a la fuerza de la gente de sus casas y lugares natales, la pérdida de sus bienes y de miembros de sus familias, así como la vida por varios años en condiciones difíciles, en tiendas de campaña y vagones no adecuados para la vida, constituye una herida profunda en nuestra vida, en el alma del pueblo azerbaiyano, de cada uno de nuestros ciudadanos.

Por desgracia, no hemos podido poner en conocimiento de la comunidad mundial suficiente información sobre esta situación difícil, sobre la residencia de la gente en tales condiciones difíciles, sobre la vida penosa de los refugiados. Por desgracia, hasta años recientes era imposible demostrar quién era el culpable en el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán. Mientras que Armenia ha emprendido la agresión contra Azerbaiyán y ha ocupado nuestras tierras, en ciertas organizaciones internacionales, en ciertos países y en el mundo en general han pensado que era Azerbaiyán la que había bloqueado Armenia, que era Azerbaiyán la que dañaba Armenia, que como resultado de la política incorrecta de Azerbaiyán la gente en Armenia vivía mal. En ciertos casos daba la impresión de que Azerbaiyán era más culpable que Armenia.

Es sabido que como resultado de la política realizada en los últimos años por el Estado y el gobierno de Azerbaiyán esta cuestión ya está aclarada para las organizaciones internacionales y la mayoría de los países del mundo. Ya se sabe quién es el agresor y quién es la víctima de la agresión.

Prueba evidente de ello es la declaración sobre el arreglo pacífico del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán aprobada en la cumbre de Lisboa de la OSCE como resultado de la política consecuente que hemos mantenido. Pero, por desgracia, mientras el Estado llevaba adelante dicha política, en el pasado ninguna otra organización social de la república hacía lo necesario para divulgar en el mundo la verdad sobre Azerbaiyán, e incluso hoy es muy poco lo que se hace. Repito una vez más, las organizaciones competentes, la sociedad y las organizaciones sociales de Azerbaiyán no han podido realizar el trabajo necesario para informar constantemente a la comunidad mundial de la situación de los refugiados, de los emigrantes forzados y atraer la atención de la comunidad mundial hacia este problema, para mantenerlo siempre en el centro de atención.

El libro presentado aquí hoy en cierto grado refleja la situación de los refugiados y emigrantes forzados que viven en Azerbaiyán. Pienso que es el primer libro que refleja este problema, es decir la situación de los refugiados, tan ampliamente. Pero pienso que son necesarios varios libros así para reflejar la situación de los refugiados y emigrantes forzados que viven en Azerbaiyán, de la gente que vive en tiendas de campaña, en condiciones penosas. En un solo libro no hay forma de darle cabida a este problema. Pero este libro debe ser bien valorado justamente porque hasta la fecha no había material, o había muy poco, dedicado a esta cuestión.

Aprovechando la ocasión, quiero señalar al respecto que en Azerbaiyán -en el gobierno y en las organizaciones sociales- los órganos que se ocupan de la situación de los refugiados y emigrantes forzados trabajan mal. En Azerbaiyán hay un comité especial estatal, un ministerio grande que se ocupa de la situación de los refugiados y emigrantes forzados. En el Gabinete de Ministros hay un departamento grande que se ocupa de este problema. Muchas organizaciones sociales deben ocuparse de este problema. Pero pienso que estas organizaciones, estos órganos no cumplen con dignidad sus obligaciones. Me refiero a la permanente atención, preocupación y ayuda humanitaria que deben prestarse a los refugiados y emigrantes forzados. Al mismo tiempo, esto es necesario para mantener esta cuestión en el centro de atención tanto de la sociedad de Azerbaiyán como de la comunidad mundial, y mantenerlas informadas.

Así las cosas, la atención a la situación de los refugiados y emigrantes forzados decrece, el volumen de la ayuda prestada se reduce, y así este problema -el más trágico de nuestra vida- se vuelve habitual. No es casual que las organizaciones internacionales también reduzcan la ayuda a los refugiados y emigrantes azerbaiyanos y sean más indiferentes hacia este problema. Por desgracia, nuestros órganos estatales y gubernamentales no le prestan atención. Algunos piensan que han pasado ya muchos años, que los refugiados y emigrantes forzados se han acostumbrado a su situación, se han acostumbrado a vivir en tiendas de campaña, en vagones a lo largo de las vías del ferrocarril, se han vuelto pacientes y tolerantes, por eso su vida poco a poco puede considerarse como normal. Siento tales inclinaciones. Por eso hoy hablo de esto con emoción y gran inquietud, y no sólo a los aquí presentes, sino a toda nuestra opinión pública.

Si no hemos podido conseguir la liberación de las tierras ocupadas, si no hemos podido devolver los refugiados a sus casas, entonces este problema está sin resolver. En ese caso estamos en deuda con los refugiados y emigrantes y debemos prestarles más atención. Porque una persona puede soportar una situación así un mes o dos. Soporta porque cree que esto se terminará pronto. Pero cuando pasan uno, dos, tres o cuatro años puede perder la esperanza. Pero no debemos permitir que la gente pierda la esperanza. Paralelo a los grandes trabajos que hemos realizado -es decir en la esfera de la liberación de las tierras ocupadas-, siempre debemos prestar atención y ocuparnos de los refugiados. Es necesario prestarles más atención, preocupación y ayuda que en los años pasados.

Por desgracia, la situación no es así. Por eso con hoy hablo de esto con tanta inquietud. Exijo que todos los órganos que se ocupan de los asuntos de los refugiados y emigrantes forzados -órganos estatales y gubernamentales- eliminar los errores cometidos en el trabajo, cumplir sus obligaciones con dignidad y hacer un cambio radical en el trabajo en esta esfera.

El Gabinete de Ministros debe ocuparse en serio de este asunto. El vicecanciller Izzet Rustamov -funcionario responsable de este problema y nombrado con este objetivo- debe saber que los trabajos realizados no nos satisfacen. Hace falta ocuparse de estos asuntos más seria y concretamente.

Una vez ya critiqué a Gahramanov, presidente del Comité Estatal para los Asuntos de los Refugiados y Emigrantes Forzados. Hoy lo repito una vez más: la situación debe cambiar radicalmente y debemos ver los resultados del trabajo de este comité, de este importante órgano gubernamental. El Gabinete de Ministros siempre debe mantener este problema en el centro de atención, y periódicamente, y hasta quizás regularmente, escuchar y discutir el estado de este problema sobre la base de un plan determinado, tomar las medidas necesarias y en el tiempo necesario informarme y hacer sus propuestas.

Me dirijo a las organizaciones sociales. Ellas también deben cambiar por completo su actitud hacia esta esfera. Es imposible olvidar la situación de los refugiados y emigrantes. Es imposible olvidar que debemos estar siempre con ellos, reunirnos a menudo con ellos, visitar los campamentos de los refugiados, interiorizarnos de su situación y prestarles toda la ayuda posible.

Me dirijo a las organizaciones internacionales humanitarias y les pido prestar más atención a esta situación de Azerbaiyán, no cambiar su actitud, prestar ayuda organizada. A veces esto tiene un carácter esporádico, otras, por una serie de razones, por culpa de ciertos ciudadanos de Azerbaiyán que se ocupan de la entrega de la ayuda a los refugiados, o bien por sus acciones ilegales, los refugiados y emigrantes no reciben esta ayuda a tiempo.

Los refugiados y emigrantes forzados viven en muchas regiones administrativas de Azerbaiyán y en estas regiones administrativas y ciudades hay órganos ejecutivos, jefes del poder ejecutivo. Exijo de ellos redoblar la atención y preocupación por los refugiados y emigrantes forzados, cumplir con dignidad las obligaciones que les hemos encomendado.

Sin duda, si fuera posible distribuir ampliamente el libro presentado hoy aquí, eso daría una idea más precisa sobre la situación de los refugiados y emigrantes forzados de Azerbaiyán en las organizaciones internacionales. Pero para crear una cabal idea es necesario realizar este trabajo consecuentemente, regularmente, este trabajo no debe tener un carácter episódico, un carácter de campaña. Mientras en Azerbaiyán haya refugiados y emigrantes, mientras el conflicto no esté resuelto, todos nosotros debemos ocuparnos permanente y consecuentemente de este problema.

Este libro da una idea cabal a todos aquellos que no conocen la situación de los refugiados y emigrantes. Pero para nosotros, es decir la gente que ha visto la situación de los refugiados y emigrantes forzados, este libro es algo muy pequeño. Es decir, en este libro no veo que la situación de los refugiados sea tan terrible. Repito una vez más, este libro causará una impresión fuerte en las personas que no estén al tanto. Pero nosotros debemos poner a todo el mundo al tanto de la situación de los refugiados y emigrantes en Azerbaiyán. Para esto es necesario crear no un libro, sino muchos libros, quizás incluso una serie de libros, quizás haga falta escribir un libro sobre cada campamento de refugiados. Quizás haya que escribir un libro sobre los refugiados y emigrantes de las regiones ocupadas que viven en diferentes lugares. Nada es necesario escatimar. Para esto es necesario utilizar todos los medios.

Pienso que el Gabinete de Ministros, junto con el Aparato Ejecutivo del Presidente, debe elaborar y componer un programa para editar tales libros. Sobre la base de este programa debe editarse una serie de libros semejantes. Yo he expresado mi opinión. Pero puede haber otras. Sobre la base de estas opiniones es posible ampliar los marcos del problema. Y para ello es posible asignar los medios necesarios tanto por parte de las organizaciones sociales y humanitarias como del estado y el gobierno. Podemos hacerlo. No habrá inconvenientes. Pero es necesario realizar este trabajo.

Como es sabido, tratamos de arreglar por vía pacífica el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán y hay avances ciertos en esta esfera. Tanto Azerbaiyán como Armenia han aceptado en general las últimas proposiciones del grupo de Minsk de la OSCE. Después de unos días los representantes de los copresidentes del grupo de Minsk de la OSCE de nuevo llegarán a nuestra región y mantendremos negociaciones. Pienso que el arreglo por vía pacífica del problema ya está puesto en marcha. Simplemente debemos acelerarlo y eliminar las dificultades que existen.

Sin duda, como resultado de esto las regiones ocupadas se liberarán de los grupos de ocupación militares. Como ustedes saben, en la primera etapa seis regiones ocupadas deben liberarse y la gente expulsada a la fuerza debe regresar a sus lugares. Pero este proceso exige cierto tiempo.

Mientras este conflicto no se haya terminado, mientras las tierras ocupadas de Azerbaiyán no se hayan liberado, mientras los refugiados y emigrantes forzados no hayan regresado a sus casas, este problema debe permanecer en el centro de atención de todos los órganos de Azerbaiyán -el gobierno, el Estado, la comunidad y cada ciudadano. Todos deben prestar ayuda para, en cierto grado, procurar que los refugiados y emigrantes vivan en condiciones normales. Todos nosotros debemos procurar que todo el mundo, cada jefe de estado, cada organización internacional conozca la situación actual en Azerbaiyán, las difíciles condiciones de los emigrantes forzados y refugiados. Así, por medio de la paz lograremos la victoria de la justicia.

Expreso mi agradecimiento a todas las organizaciones y personas que han participado en la creación del libro presentado hoy. Valoro esta iniciativa. Pienso que, aunque sea muy tarde, dicha iniciativa y la ceremonia de presentación de hoy constituyen un impulso para el trabajo que será realizado en el futuro en esta esfera.

Espero que los representantes de las organizaciones internacionales y las embajadas de los países extranjeros que participan en esta ceremonia harán todos sus esfuerzos para divulgar y propagar este libro y, en general, para ayudar a la República de Azerbaiyán, al pueblo y a los ciudadanos de Azerbaiyán que fueron expulsados de sus lugares en la resolución de los problemas que hoy aquí han sido planteados. Gracias.

Periódico "Azerbaiyán", 6 de noviembre de 1997.

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