Discurso del Presidente de la República de Azerbaiyán, Heydar Aliyev, en la Conferencia Internacional de Bakú, dedicada a la restauración de la histórica Ruta de la Seda - 08 de septiembre de 1998


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¡Estimados Jefes de Estado y delegaciones!

¡Señoras y señores!

Los caminos, las rutas de transporte siempre han desempeñado un papel importante en la historia de la civilización humana, ejercen influencia en todos los aspectos de la vida - la polίtica, la economíaίa, la cultura. La Gran Ruta de la Seda es un fenómeno global, único, uno de los ejemplos y símbolos convincentes que refleja la antigua historia de muchos países y pueblos, la antigua cultura de China, los grandes descubrimientos geográficos de los europeos, los éxitos del Renacimiento Islámico de la Edad Media y muchos otros.

Azerbayán desde la antigüedad era una parte importante de la Gran Ruta de la Seda, jugaba un papel de puente entre Europa y Asia. Los países de la región del Cáucaso, el Caspio y el Mar Negro formaban una zona de comercio, el enriquecimiento cultural, la tolerancia religiosa, era uno de los componentes originales de la Gran Ruta de la Seda.

Como parte integral de la historia humana, la Gran Ruta de la Seda experimentaba períodos de auge y recesión. Desde el comienzo de la era de las guerras, las confrontaciones ideológicas y geopolíticas, las líneas divisorias, este camino desapareció de nuestra vida y se convirtió en una buena leyenda.

Sin embargo, se terminó la Guerra Fría, los pueblos obtuvieron la independencia, los valores humanos, las normas democráticas, los procesos de integración se han convertido en dominante en la política mundial y la idea de la Ruta de la Seda fue reclamada de nuevo por el curso de la historia.

Debemos rendir homenaje a la decisión visionaria de la comisión de la Unión Europea. Por la iniciativa de esta comisión en mayo de 1993 en Bruselas, se celebró una reunión extraordinaria de los Estados del Cáucaso y Asia Central, dedicada a la discusión de la estrategia de desarrollo de los transportes nacionales e interestatales, el comercio y las comunicaciones.

Establecido en esta reunión, el programa del Corredor de Transporte Europa-Cáucaso-Asia (TRACECA), se ha convertido en uno de los proyectos más dinámicos, rentables en el espacio euroasiático.

En los últimos cinco años, gracias a la estrecha cooperación de los países participantes, el apoyo activo de la Comisión de la Unión Europea, se ha hecho mucho en la modernización y construcción de instalaciones de comunicación, la elaboración de leyes y códigos, la preparación de cuadros, la perfección de la política aduanera y arancelaria.

Un acontecimiento importante para el desarrollo de este programa fue la firma en mayo de 1996 en la ciudad de Sarakhs en Turkmenistán, un acuerdo la solución del tráfico de tránsito entre Azerbayán, Georgia, Turkmenistán, Uzbekistán. Posteriormente y otros estados se unieron a este acuerdo.

Gracias a este acuerdo se han reducido en un cincuenta por ciento los aranceles, han sido simplificadas las reglas aduaneras, se han garantizado la seguridad y estabilidad de los transportes. Como resultado de esto, en los últimos años ha aumentado casi diez veces el volumen del comercio entre Europa y Asia a lo largo del corredor Transcaucásica.

La realización exitosa del programa TRACECA ha creado una base para elevar nuestra cooperación a un nivel superior, es decir, para aprobar el programa de reconstrucción de la Gran Ruta de la Seda, a la que se dedica a nuestra conferencia.

Preparado por el grupo de trabajo de TRACECA, el principal acuerdo multilateral de transporte internacional para el desarrollo del corredor Europa - Cáucaso - Asia, su aplicación técnica, la Declaración de Bakú son de una gran importancia económica, política e histórica.

La adopción de estos documentos contribuirá al desarrollo del comercio, la utilización del territorio, el transporte de los recursos naturales, la cooperación económica mutuamente beneficiosa en las regiones de Europa, el Mar Negro, el Cáucaso, el Mar Caspio y Asia.

La restauración de la histórica Ruta de la Seda, la participación en esta de otros países y regiones será un fuerte impulso para el acercamiento y enriquecimiento mutuo de nuestros pueblos, el fortalecimiento de la independencia y soberanía de nuestros estados independientes, la aplicación con éxito de las reformas democráticas y de mercado, contribuirá a garantizar la paz, la estabilidad y seguridad para todos.

La Gran Ruta de la Seda se origina en el pasado, pero es un camino dirigido al futuro. Y creo que si seguimos por este camino cooperando, respetando y apoyándose unos a otros, nuestros pueblos llegarán al bienestar y la prosperidad. Agradezco por la atención.

Periódico "Azerbaiyán", 9 de septiembre de 1998.