Discurso del Presidente de la República de Azerbaiyán, Heydar Aliyev, en el encuentro de Jefes de Estado de Azerbaiyán, Armenia, Georgia y Rusia, también los dirigentes de las repúblicas, territorios y regiones del Cáucaso del Norte - partes de la Federación de Rusia. Kislovodsk. 03 de junio de 1996


¡ Estimados Jefes de Estado, distinguidos líderes de las repúblicas del Cáucaso del Norte!

¡Señoras y señores!

Doy la bienvenida a todos ustedes y expreso mi profundo agradecimiento de esta reunión extraordinaria. Quizás no me equivoque si digo que esto es el primer encuentro de representantes de todos los pueblos, todos los Estados del Cáucaso. Esta es una iniciativa muy buena, sobre todo la importante iniciativa en el periodo contemporáneo. Esta es la iniciativa del Presidente de la Federación de Rusia, nuestro querido amigo, Boris Nikolayevich Yeltsin. Expreso mi agradecimiento a Boris Nikolaevich por esta iniciativa y estoy seguro de que este encuentro, la Declaración que hemos firmado, y los intercambios de opiniones que tienen lugar aquí, sin duda, ayudarán al a fortalecimiento de la paz y la estabilidad en el Cáucaso.

El Cáucaso es una región que difiere en muchas de sus propiedades de muchas regiones del globo terrestre. El Cáucaso se caracteriza por su naturaleza de excepcional belleza, su composición multinacional, sus tradiciones y costumbres originales de los pueblos del Cáucaso. La historia del Cáucaso tiene muchas páginas vivas de la amistad y la fraternidad de los pueblos. Recientemente, el mapa político de la región del Cáucaso se ha cambiado significativamente. Después del colapso de la Unión Soviética, se crearon los Estados independientes y soberanos - la República de Azerbayán, la República de Armenia y la Republica de Georgia. En el Cáucaso del Norte, el territorio de la Federación de Rusia las repúblicas tienen más derechos, más poderes.

Tal vez sería justo si digo que las repúblicas, los pueblos del Cáucaso del Norte, formando parte del imperio zarista, la Unión Soviética nunca tenían esos derechos, la independencia y tales poderes. Esto testimonia de la verdadera estructura federal de Rusia y la democratización del sistema estatal de Rusia.

Pero al mismo tiempo, en los últimos años, el Cáucaso se ha encontrado con los trágicos acontecimientos, los conflictos militares. Hoy, todo el Cáucaso plagada de conflictos y esto causa un gran daño a todo el Cáucaso, todos los pueblos, trae desastres, el sufrimiento, la tragedia. Nuestra tarea es superar esta situación.

Por desgracia, estos conflictos se iniciaron en el periodo de la Unión Soviética. El primer conflicto es el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán por Nagorno Karabaj, que se inició en 1988. Estoy seguro de que hoy digo con la convicción que los jefes de la antigua Unión Soviética tuvieron todas las posibilidades de prevenir este conflicto, este derramamiento de sangre, prevenir su desarrollo. Pero los políticos aplicaron pocos esfuerzos y algunos de ellos, a mi juicio, en un u otro grado contribuyeron al desarrollo de este conflicto.

Este conflicto causa grandes daños no sólo a Azerbaiyán y Armenia, pero a todo el Cáucaso. Con este conflicto comenzaron realmente todos los conflictos en el Cáucaso, en todo el espacio de la antigua Unión Soviética. Como resultado de este conflicto Azerbaiyán ha sufrido mucho. Como ustedes saben, el 20 por ciento del territorio de Azerbaiyán fue ocupado por las fuerzas armadas de Armenia, más de un millón de ciudadanos de Azerbaiyán fueron expulsados por fuerza de los territorios ocupados, que viven en condiciones difíciles, la mayoría de ellos ya durante cuatro años viven en tiendas de campaña. Los territorios ocupados, por desgracia, fueron destruidos, saqueados, y Azerbaiyán sufrió enormes daños morales y materiales.

Pero a pesar de todo esto, hemos llegado a una conclusión de que sea mejor solucionar la cuestión pacíficamente, que continuar las operaciónes militares. Hace dos años llegamos a un acuerdo con los dirigentes de Armenia, el Presidente de Armenia, señor Ter-Petrosyan y firmamos un acuerdo del alto el fuego. Y hoy, este régimen de armisticio persiste y sigue.

Creo que esto es muy positivo. Y hoy, nuestra Declaración refleja nuestro deseo, nuestra voluntad, nuestro deseo de guardar el alto el fuego hasta la firma de un gran acuerdo político. Queremos la paz, no queremos la reanudación de las operaciónes militares. Queremos la paz entre Armenia y Azerbaiyán. Por las veleidades del destino, debemos vivir juntos, en la vecindad y no es posible siempre tener enemistad. Queremos la paz, queremos una solución pacífica de la cuestión. En este sentido, hemos hecho varias propuestas. Para esto es necesario restablecer la integridad territorial de Azerbaiyán, regresar los refugiados a su tierra natal, a sus hogares. Y, por supuesto, en estas condiciones, conceder a Nagorno Karabaj el más alto estatuto de autonomía dentro de la República de Azerbaiyán, que tiene lugar en la práctica internacional contemporánea.

Comunico de estas condiciones una vez más y espero que juntos podamos conseguir la solución de la cuestión, el arreglo del conflico, el establecimiento de la paz.

Pero nos preocupa no sólo el propio destino, el destino de nuestros pueblos, nos preocupa el destino de todo el Cáucaso. Por desgracia, el Cáucaso, como ya he dicho, está cubierto por los conflictos. Y todo esto, también, por supuesto es el resultado de un nacionalismo agresivo, un nacionalismo militar, un chovinismo. Y ustedes saben que el comienzo de estos conflictos conduce también a la época de la Unión Soviética. Creo que todo esto fue el resultado de la equivocada política nacional del Partido Comunista de la Unión Soviética, los dirigentes del Partido Comunista de la Unión Soviética y los dirigentes de la antigua Unión Soviética.

Los errores cometidos en aquellos años llevaron a estos conflictos, conocidos y evidentes. Estos errores fueron cometidos y en relación con los pueblos del Cáucaso, los pueblos de Transcaucásica. Se puede decir mucho. En aquellos años yo era el miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética y tomaba parte en muchos debates, recuerdo, y creo que es necesario decir esto porque la historia debe saber toda la verdad.

El hecho es que el chovinismo que se manifestaba entonces por parte de algunos líderes de la Unión Soviética, el Partido Comunista, conducía a lo que no tenían en cuenta los intereses, las costumbres naciónales, las tradiciónes nacionales de los pueblos de la Unión Soviética, incluyendo a los pueblos del Cáucaso.

Recuerdo, cuando fue decidida una cuestión de la sustitución del jefe de la República de Kabardino-Balkaria y dejó su puesto Malbajov, aquí estaba previsto el nombramiento de un hombre que no tenía ninguna relación con esta región, con esta república, por supuesto, no pertenecía a la nacionalidad local, - fue de Siberia. Entonces estuve en contra de esto. Pero la conducta voluntariosa de algunos dirigentes del Partido Comunista, especialmente Gorbachov, por supuesto, absolutamente no tuvieron en cuenta esta objeción.

Lo mismo ocurrió en Kazajstán, cuando dirigieron allí, a la República de Kazajstán, un hombre que nunca había vivido, había trabajado allí, y, por supuesto, no pertenecía a la naciónalidad local. Hay muchos tales hechos. Pero he dicho brevemente sólo para recordar una de las causas de los conflictos, las desgracias, las tragedias, que estamos sufriendo todos nosotros, que está sufriendo el Cáucaso.

Por gran alegría, ahora en Rusia, en Rusia democrática, estas cuestiones se resuelven mejor, más normales. Y creo que nuestro deber, nuestro deber bueno para el Cáucaso, y no sólo para el Cáucaso, sino para toda su actividad política es bloquear el camino del nacionalismo, el separatismo, el chovinismo, no permitirlos.

Esto es especialmente importante para el Cáucaso. Repito, creo que estos principios prevalecerán en Rusia, y estoy seguro de que esto ayudará al rápido arreglo de los conflictos en el Cáucaso.

Estamos preocupados por todo lo que sucede en el Cáucaso, en primer lugar lo que está ocurriendo en Chechenia. Acojo con satisfacción las medidas adoptadas por el presidente Boris Yeltsin para el arreglo pacífico del conflicto en Chechenia. Espero y estoy seguro de que se seguirán estos pasos, que la paz será establecida en Chechenia, y esto será de gran importancia para arreglar otros conflctos en el Cáucaso - en el Cáucaso del Norte y en Transcaucásica.

Así que una vez más elogio este paso del Presidente Boris Yeltsin y espero que esto sea continuado. Con el fin de arreglar los conflictos en Transcaucasia necesitamos un gran apoyo de la Federación de Rusia, el presidente de Rusia, el Estado ruso. Los esfuerzos de paz realizados por Rusia y el presidente Boris Yeltsin, los esfuerzos de intermediación entre Armenia y Azerbayán para arreglar el conflicto de Nagorno Karabaj son importantes, y se espera que estos esfuerzos se mantengan y conduzcan a una solución completa de la cuestión.

En general, de nuevo quiero expresar mi profunda satisfacción por el encuentro de hoy. Quiero la paz en el Cáucaso, la estabilidad en el Cáucaso, en el Cáucaso viven personas de diferentes nacionalidades, diferentes religiones, muchos de ellos pertenecen a la religión musulmana. Por desgracia, en aquellos tiempos en la Unión Soviética en su conjunto era una actitud equivocada en relación a la religión y especialmente una actitud agresiva en relación a la religión musulmana. Esto es también una de las causas de los conflictos. En Rusia ahora, estas cuestiones también se reflejan más, a mi juicio esto es una actitud correcta. Nuestro deber, el deber de cada uno de nosotros, estoy hablando sobre nuestra obligación, es mostrar una actitud atenta, máxima en relación a estas cuestiones, un respeto a todas las religiones, todas las confesiones, todas los personas, independientemente de la naciónalidad. Y en este sentido, repito, es posible unir los pueblos del Cáucaso y transformar el Cáucaso en una región pacífica.

Estoy de acuerdo con el Presidente de Boris Nikolayevich Yeltsin que estos encuentros se deben continuar, convertir en una tradición y sacar provecho de esto. Por ejemplo, he trabajado durante muchos años en el Cáucaso, no sólo en el Cáucaso, y en la ex Unión Soviética, pero por primera vez me encuentro con los líderes de esa composición. Esto es muy agradable y feliz.

Aprovechando la ocasión, quiero decir unas palabras sobre la situactión actual en Rusia. Ahora Rusia está experimentando una etapa muy importante de su vida, tienen lugar los procesos socio - políticos muy importantes, una preparación para las elecciones presidenciales en Rusia. Naturalmente, esto es el asunto de los rusos. Es el asunto de los ciudadanos de Rusia. Sólo podemos expresar nuestra solidaridad, nuestro respeto y algunas opiniones. Sin embargo, no somos indiferentes al destino de Rusia y el futuro de Rusia. Porque nuestra República, tengo en cuenta mi República, la República de Azerbayán está unido con Rusia por una larga historia, las relaciones económicas, culturales, cientificas, técnicas, humanitarias y estas relaciónes deben existir y continuar. No podemos interrumpirlas, y debemos hacer todo lo posible para desarrollarlas. Y en este contexto, para nosotros no es indiferente el futuro de Rusia, de nuestras relaciones con Rusia.

En Rusia se llevan a cabo reformas económicas y políticas. En este sentido, Rusia muestra un ejemplo para nosotros, para las demás repúblicas de la CEI. Fue hecho mucho, estas reformas se iniciaron en Rusia, y nosotros adquirimos mucho de la experiencia de Rusia. Debido a que estamos en la misma situación y soportamos igualmente este período de transición. Boris Nikolayevich Yeltsin es el iniciador y el portador de las reformas, cinco años ocupa el puesto del Presidente de Rusia. Y, por supuesto, nosotros, estoy hablando de Azerbaiyán, queremos que las reformas políticas y económicas se continúen en Rusia, que Rusia sea un país democrático. Queremos ver en Rusia la democracia floreciente, la prosperidad y la democracia. Y el hecho de que estamos aquí, en esta parte, esta es la democratización de la vida, la democratización del sistema estatal de Rusia. Queremos continuar este curso.

Por lo tanto, defendemos Rusia democrática, la afirmación aún más de los principios de la democracia en Rusia, las reformas económicas, el desarrollo de la economía de mercado y naturalmente, queremos que a la cabeza de todo esto esté el Presidente Boris Nikolayevich Yeltsin y nosotros, sin duda, expresamos nuestra solidaridad, nuestro apoyo.

Aprovechando la ocasión, como un buen vecino de Rusia, quiero expresar mi esperanza de que el pueblo ruso se tomen las decisiones correctas, y vamos a estar tratando con una Rusia democrática.

Gracias por la atención

Periódico "Azerbaiyán", el 3 de julio de 1996.

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