¡Estimado señor Presidente, querido amigo!

Quiero expresar mi profunda preocupación por la falta de progreso en el arreglo del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán. La integridad territorial de Azerbaiyán como antes sigue siendo violada, el 20 por ciento de las tierras de Azerbaiyán sigue siendo ocupado por las fuerzas armadas de Armenia, un millón de refugiados azerbaiyanos que fueron expulsados ​​por la fuerza de sus territorios viene sufriendo grandes privaciones en los últimos cinco años. Las resoluciones 822, 853, 874, 884 del Consejo de Seguridad de la ONU, que exigien la retirada incondicional de las tropas armenias del territorio de Azerbaiyán, no se cumplen. 

Como usted sabe, en mayo de 1992, con el objetivo de solucionar pacíficamente el conflicto, se formó el Grupo de Minsk de la OSCE, y se determinó el mandato de la futura conferencia de paz. En la conferencia, Armenia y Azerbaiyán fueron reconocidos como las dos partes del conflicto, y las comunidades azerbaiyanas y armenias de Nagorno Karabaj como partes interesadas. A pesar de esto, la agresión de Armenia contra Azerbaiyán, que se inició en 1988, ha continuado, la Región Autónoma de Nagorno Karabaj y siete grandes regiones de Azerbaiyán han sido ocupadas. 

En los últimos siete años se han hecho grandes esfuerzos para crear un proceso efectivo de negociaciones en el marco del Grupo de Minsk. Sin embargo, como resultado de la posición destructiva de Armenia, las negociaciones han llegado a un punto muerto y no dieron resultados positivos.

En mayo de 1994, como resultado de nuestros esfuerzos para el arreglo pacífico del conflicto –y con el apoyo del Grupo de Minsk-, se estableció un alto el fuego que existe hasta ahora. La resolución adoptada en la cumbre de Budapest de la OSCE en diciembre de 1994 sobre  la creación de las fuerzas multinacionales internacionales que deben llegar a la región y garantizar la eliminación de las consecuencias del conflicto armado, así como las decisiones tomadas en la Cumbre de Lisboa de la OSCE en diciembre de 1996, que crearon una base jurídica internacional para el arreglo justo del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán, pueden considerarse un logro político de enorme importancia. Pero las decisiones de estas cumbres no se cumplen debido a la obstrucción permanente de la República de Armenia y a la incapacidad de la OSCE para llamarla  al orden.

Como ustedes saben, el 1 de junio de 1997 los copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE - Rusia, Estados Unidos  y Francia-,  basándose en los principios de Lisboa sobre el arreglo del conflicto, presentaron un proyecto de acuerdo en dos partes: detener el conflicto armado y determinar el estatuto de Nagorno Karabaj. Azerbaiyán aceptó esta propuesta de los copresidentes, pero Armenia expresó su desacuerdo. Armenia, no deseando reconocer la integridad territorial de la República de Azerbaiyán, alegando la inadmisibilidad de la determinación del estatuto de Nagorno Karabaj antes de la celebración de la Conferencia de Minsk, rechazó la propuesta de los copresidentes. Cabe señalar que el 20 de junio de 1997, durante el encuentro de Denver, los presidentes de Rusia, Estados Unidos y Francia hicieron una  declaración especial y expresaron su apoyo a estas propuestas. 

El 19 de septiembre de 1997 los copresidentes del Grupo de Minsk presentaron una nueva

Propuesta -la segunda después de la cumbre de Lisboa- que preveía resolver el conflicto por etapas. De acuerdo con esta propuesta, en la primera etapa se prevé la liberación de seis regiones ocupadas, a excepción de la región de Lachin, ubicadas fuera de las fronteras administrativas de la antigua región autónoma de Nagorno Karabaj de Azerbaiyán, desplegar una operación de la OSCE para hacer prevalecer la paz, permitir a los refugiados regresar a los territorios liberados, restaurar las comunicaciones destruidas como resultado de la guerra, que son importantes para Armenia y el Nagorno Karabaj ocupado. Luego, en la segunda etapa, después de eliminar las consecuencias del conflicto armado, las partes deben  determinar el estatuto de Nagorno Karabaj dentro de la República de Azerbaiyán y tomar medidas para su seguridad. 

El 10 de octubre de 1997 en Estrasburgo, Azerbaiyán y Armenia, a nivel de la presidencia de ambos países, acordaron continuar las negociaciones sobre la base de las propuestas hechas el 19 de septiembre de 1997, lo que nos dio la esperanza de que el proceso de negociación mantenido para lograr una solución justa del conflicto sería exitoso. Pero luego, la dimisión del presidente

de Armenia Levon Ter-Petrosian y el endurecimiento de la posición del nuevo gobierno de Armenia anularon  la posibilidad de continuar las negociaciones sobre esta base justa.

Después de un largo tiempo, los representantes del Grupo de Minsk de la OSCE, deseando por lo visto revivir el proceso de negociación, presentaron el 9 de noviembre de 1998 la tercera propuesta, que era muy decepcionante para Azerbaiyán y no daba posibilidad de continuar las negociaciones. Esta propuesta se basó en un concepto de "Estado común" inexistente en la práctica mundial y que no era otra cosa más que un repliegue respecto a la posición anterior que había emanado de las decisiones y los principios adoptados por las dos cumbres de la OSCE. De acuerdo a estas propuestas, Nagorno Karabaj tendría el estatuto de un Estado como unidad territorial en forma de una República y tendría un estatuto de igualdad con Azerbaiyán en el marco de un inventado "Estado común". A la vez, la creación de este "Estado común"

dentro de las fronteras de Azerbaiyán, reconocidas internacionalmente, no garantizaba la soberanía y la integridad territorial de Azerbaiyán, sino que en realidad las violaba.

Pienso que las iniciativas negligentes de los intermediarios dañaron seriamente el proceso de arreglo y lo hicieron retroceder. Esto nos causa gran preocupación, sobre todo porque, como hemos declarado en repetidas ocasiones, la Federación de Rusia sigue armando a la República de Armenia. La transferencia ilegal de armas rusas por valor de mil millones de dólares a Armenia, luego el envío de aviones MIG -29 y misiles S-300 es una prueba convincente de ello. 

A mi juicio, si los copresidentes no manifiestan firmeza, si los dirigentes de los Estados Unidos, Rusia y Francia no toman medidas efectivas, será imposible llegar a una solución justa del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán. La fidelidad a los tres principios de la Cumbre de Lisboa, a favor de los cuales votaron 53 Estados del mundo, tiene una importancia especial.

Teniendo en cuenta todo esto, señor Presidente, me dirijo a usted también como copresidente del Grupo de Minsk de la OSCE y le ruego encarecidamente que intensifique su actividad personal y el trabajo del Ministerio de Relaciones Exteriores de su país para una pronta solución de este prolongado conflicto, fuente de serio peligro para la paz y estabilidad en Europa, sobre la base de los principios de la Cumbre de Lisboa. 

Atentamente,

Heydar Aliyev,

Presidente de la República de Azerbaiyán. 

Periódico “El obrero de Bakú”, 22 de abril de 1999