Discurso del Presidente de la República de Azerbaiyán, Heydar Aliyev, en la sesión especial y solemne de la Asamblea General de la ONU dedicada al 50 aniversario de la ONU - Nueva York, 22 de octubre de 1995


¡Estimado Presidente!

¡Estimados Jefes de Estado y gobierno!

¡Estimado Secretario General!

¡Señoras y señores!

Les felicito cordialmente en nombre del pueblo azerbaiyano con motivo del 50 aniversario de la Organización de las Naciones Unidas, que ha hecho un gran aporte a la consolidación de la paz, la seguridad y la estabilidad en todo el mundo.

A lo largo del medio siglo transcurrido desde la creación de la Organización de las Naciones Unidas se han producido muchos cambios positivos. Esto testimonia el profundo restablecimiento del mundo y la puesta en práctica de los principios de la Carta de la ONU.

El resultado principal es que, a pesar de la aguda confrontación durante los años de la "Guerra Fría", no ha sido permitido el comienzo de nueva guerra mundial. Han quedado en el pasado el colonialismo, el apartheid, la discriminación racial. Los pueblos han obtenido la posibilidad de decidir sus destinos por ellos mismos, han obtenido la libertad nacional y la independencia estatal.

Actualmente, la obtención de la independencia y de la soberanía estatal de los Estados que antes formaban parte de la Unión Soviética constituye un acontecimiento histórico.

En el mundo se están difundiendo ampliamente y se están restableciendo los valores universales. Las ideas de libertad, democracia y derechos humanos ocupan un lugar especial entre ellos. La necesidad de realizar cambios democráticos en la sociedad, en la estructura política y estatal, en la economía, en todas las esferas de la vida de muchos países se ha vuelto un factor de gran importancia.

Todos los miembros de la ONU, en particular los grandes Estados económicamente desarrollados, que poseen tradiciones democráticas, han hecho su aporte en la consecución de estos resultados. Pero el papel principal en este proceso pertenece a la Organización de las Naciones Unidas. Al cabo de 50 años, esta organización se ha convertido en la organización internacional con mayor autoridad y poder en la historia de la humanidad.

Espero que las dificultades financieras surgidas en el trabajo de esta organización sean resueltas para que su actividad pueda seguir desarrollándose en el futuro.

Todo esto nos alegra y nos hace sentir orgullosos. Pero el mundo todavía no está completamente fuera de peligro, en un estado perfecto e ideal. Existen problemas que tienen que resolverse de raíz. Entre estos problemas cabe mencionar la violación de las normas del derecho internacional en las relaciones interestatales, el terrorismo internacional, la proliferación de las armas de destrucción masiva, la erradicación del hambre y la pobreza y la prevención de los catástrofes ecológicas. El nacionalismo y el separatismo agresivo representan un gran peligro para todo el mundo, puesto que son la causa de guerras sangrientas en muchas regiones del mundo, de innumerables sufrimientos de millones de personas.

Ya hace más de siete años que se prolonga la agresión de la República de Armenia contra Azerbaiyán. Esta agresión persigue el objetivo de ocupar la región de Nagorni Karabaj de nuestro país. Los destacamentos armados de Armenia han ocupado más del veinte por ciento del territorio de Azerbaiyán, más de un millón de nuestros ciudadanos, expulsados a la fuerza de estos territorios, se han convertido en refugiados y viven actualmente en ciudades de tiendas de campaña, en condiciones duras e insoportables. El Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado cuarto resoluciones que exigen la retirada incondicional de las fuerzas armadas de Armenia de los territorios ocupados. Pero estas resoluciones no son cumplidas por la parte agresora. Es por eso que el proceso de resolución del conflicto por vía pacífica, en el marco del grupo de Minsk de la OSCE, todavía no ha dado los resultados deseados.

¡Estimados Jefes de Estado y de gobierno! Hoy, al dirigirme a Uds., a la Organización de las Naciones Unidas, a la OSCE, pido que se preste una ayuda eficaz para solucionar por vía pacífica el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán, para restablecer la integridad territorial y la inviolabilidad de las fronteras de Azerbaiyán, reconocidas mundialmente.

Expresando la voluntad del pueblo azerbaiyano, declaro que desaprobamos cualquier agresión en cualquier parte del planeta. Queremos la paz. Queremos la paz en todo el mundo, queremos la paz en nuestra región, queremos relaciones pacíficas y de buena vecindad con todos los países vecinos. Con esta esperanza, con esta fe, dejo esta honorable tribuna.

¡Agradezco por la atención!

Ensayos cortos

Azerbayán - ONU

Informaciones históricas generales

POLÍTICA EXTERIOR

Informaciones históricas

Azerbayán - ONU