De la conversación del Presidente de la República de Azerbaiyán, Heydar Aliyev, en el encuentro con el director del Instituto de Relaciones Internacionales de Francia, Thierry de Montbrial - 4 de septiembre de 2002


Heydar Aliyev: Me encontré con usted en 1995 en París. En esa ocasión lo invité a visitar Azerbaiyán. Y, finalmente, siete años después usted realizó la visita. Después de 1995 he visitado su país más de una vez. Sin embargo usted no podía encontrar el momento para venir a Azerbaiyán. No lo critico. Sé que usted tiene sus planes. En cualquier caso, creo que no estaría mal recordar el pasado.

Thierry de Montbrial: Señor Presidente, sabía que usted tenía una memoria muy buena, extraordinaria. Todos lo saben. Además tiene un fino sentido del humor, cosa que está demostrando hoy una vez más. Me encontré con usted por primera vez en 1995. Entonces usted aceptó una propuesta mía. He realizado esta visita. Entonces, en correspondencia con mi propuesta, usted aceptó intercambiar opiniones durante la cena. Eso lo recuerdo bien. Ese encuentro produjo en mí una gran impresión, y quedé admirado por su personalidad.

Y la segunda vez fue en febrero de 1997. Usted aceptó dar una lección en mi instituto sobre la política exterior y la situación internacional de Azerbaiyán. Y eso despertó un gran interés entre los oyentes. Espero que pronto vuelva una vez más a Francia, a París.

Heydar Aliyev: Ese encuentro no se realizó en febrero, sino en enero de 1997.

Thierry de Montbrial: Señor Presidente, en efecto, su legendaria memoria ha vuelto a verse confirmada.

Hace tres días que estoy en Azerbaiyán, pero tengo la impresión de que hace mucho que estoy aquí. Con gran admiración debo constatar el trabajo que usted ha realizado en Azerbaiyán desde 1993. Recuerdo perfectamente qué tarea grandiosa y compleja tenía por delante. Por supuesto, parte de las dificultades tienen su raíz en el problema de los refugiados con el que usted se encontró. Sin embargo, declaro con responsabilidad que desde que estoy en Azerbaiyán me he convencido una vez más de que aquí hay personas altamente cualificadas capaces de resolver todos esos problemas. Ellas intentan resolver las tareas que tienen por delante.

Señor Presidente, le expreso una vez más mi sincero agradecimiento por haberme recibido. Incluso pienso que quizás podría quedarme aquí un tiempo más. Le prometo que volveré a Azerbaiyán.

Heydar Aliyev: Ojalá. Estoy muy contento de su venida a Azerbaiyán. Me han informado de que ha estado usted en varios lugares, de que ha tenido encuentros. La embajadora Eleonor lo acompaña a todas partes. Veo cuánto lo estima, ya que lo acompaña personalmente.

Thierry de Montbrial: Señor Presidente, le diré que si en todos los grandes países del mundo designa embajadores como la señora Guseinova, la cuestión de la propaganda de Azerbaiyán se encontrará en un nivel muy alto.

Heydar Aliyev: Lo que ocurre es que no hay una segunda. Le agradezco mucho las buenas palabras que ha expresado en relación a nuestra embajadora. En efecto, nuestra embajadora representa dignamente a Azerbaiyán.

Me alegra de que haya venido y haya conocido personalmente Azerbaiyán. En efecto, es imposible verlo todo en un plazo tan corto. Sin embargo, creo que lo que ha visto, así como los encuentros que ha tenido, le han permitido formarse una idea precisa sobre Azerbaiyán. Uno de los principales objetivos de nuestra política exterior es crear una impresión justa, fidedigna, objetiva y justa sobre Azerbaiyán, no sólo entre la dirigencia de los países, sino también entre sus diversos sectores.

Las relaciones entre Francia y Azerbaiyán se encuentran en un nivel muy alto y tienen el carácter de relaciones amistosas. Quiero decirle que, dos meses después de mi elección como Presidente de Azerbaiyán en 1993, mi primera visita al extranjero la realicé a Francia. Señalo especialmente esto en mi biografía como presidente. En ese entonces el presidente de su país era el difunto Mitterrand. En el pasado, cuando trabajaba en Moscú, realizamos una serie de encuentros con el señor Mitterrand, nos conocíamos muy bien. De inmediato expresó su apoyo hacia mi elección como presidente y me invitó. En octubre de 1993 fui elegido Presidente y ya en diciembre realicé mi visita oficial a Francia.

En ese entonces firmamos con el presidente Mitterrand, allí en el Palacio del Elíseo, los primeros documentos entre Azerbaiyán y Francia. Luego de ello, las relaciones amistosas continuaron y se desarrollaron. De inmediato establecimos muy buenas relaciones también con el presidente Chirac. Valoro de un modo especial mis relaciones con él, creo que tienen un significado extraordinariamente importante. Y no solo eso: entre Francia y Azerbaiyán hay en total muchos intereses comunes. Por eso es que colaboramos. Las grandes compañías petroleras de Francia tienen una gran participación en nuestros contratos en Azerbaiyán, trabajan aquí, realizan inversiones, y de este modo, nuestras relaciones económicas han cobrado un gran impulso.

El presidente Chirac hace esfuerzos especiales para solucionar el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán. Con su participación se realizó en París el encuentro de los presidentes de ambos países. Es cierto que todavía no hemos logrado solucionar el conflicto. Pero lo estamos intentando. Quiero subrayar especialmente la actividad de Francia en este sentido.

Usted ha conocido a nuestros científicos y a nuestros artistas. Creo que se ha convencido de cuán cerca se encuentra la Azerbaiyán de hoy del nivel europeo. Es extraordinario que Azerbaiyán, siendo un país que pertenece a Europa, haya logrado semejante desarrollo y se haya acercado a Europa. Me refiero a la afirmación en Azerbaiyán de los valores europeos. Damos una importancia especial a nuestras relaciones con Francia. Y en el futuro seguiremos desarrollándolas.

Su instituto puede resultarnos de gran ayuda en este ámbito. Usted se refirió al encuentro que tuve allí. Hablé de muchas cosas vinculadas a Azerbaiyán, y muchos tomaron eso con sorpresa, ya que no sabían nada del asunto. Debemos continuar esta tarea. Creo que usted en su instituto, en su centro científico, contará detalladamente las impresiones que se ha llevado aquí. Su información puede causar mayor impresión que una ponencia mía. Confío en que hará eso.

Thierry de Montbrial: Por supuesto, sin falta lo haré. Y no sólo ante mis colaboradores del instituto, sino también en otros lugares. Aquí les he dicho a muchos que de aquí en adelante Azerbaiyán ocupará un lugar especial en mi corazón; observe que no digo en mi conciencia, sino precisamente en mi corazón.

Traducido del ruso al español del periódico "El obrero de Bakú", 5 de septiembre de 2002.