Discurso de apertura pronunciado por Heydar Aliyev en la reunión de la Comisión Estatal para la celebración del 50 º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, bajo la presidencia del Presidente de Azerbaiyán en nuestro país - 3 de diciembre de 1998


Este año se conmemora el 50 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas. En Azerbaiyán este año está dedicado a los problemas de los Derechos Humanos. A principios de este año hemos tomado las decisiones necesarias a este respecto y hemos creado una Comisión Estatal para  preparar y celebrar eventos para conmemorar el 50 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Creo que desde el comienzo de año hasta ahora hemos hecho un gran trabajo y hoy nos hemos  reunido en la reunión de la Comisión Estatal. Junto a los miembros de la Comisión también fueron  invitados a la reunión altos funcionarios del Estado y el gobierno de la República y representantes de las organizaciones no gubernamentales que funcionan en Azerbaiyán. El objetivo de esta reunión es analizar el trabajo realizado y determinar las próximas actividades relacionadas con los Derechos Humanos en Azerbaiyán.

Discurso de clausura

¡Estimados miembros de la Comisión, señoras y señores!
En la reunión de la Comisión, los miembros de la Comisión y los representantes de las organizaciones no gubernamentales han hecho un informe detallado sobre la situación de los Derechos Humanos en Azerbaiyán, los trabajos realizados en los últimos años y los logros alcanzados. Sobre esta base podemos decir con satisfacción que en los últimos años en Azerbaiyán hemos realizado la Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada por las Naciones Unidas, se han realizado muchos trabajos, se han logrado ciertos  éxitos.
Esta área es nueva para la sociedad de Azerbaiyán. Es una esfera que Azerbaiyán ha creado realmente después de obtener la independencia nacional. La verdad es que en el pasado la  Unión Soviética, de la que formábamos parte, adhirió a la Declaración aprobada por las Naciones Unidas en 1948. Pero  debemos reconocer que las tareas derivadas de la Declaración, se puede decir, no se llevaron a cabo  en la Unión Soviética. Porque la Unión Soviética tenía sus principios ideológicos. Y podemos decir que teníamos poca información sobre el contenido, el significado, la importancia de esta Declaración.

Después de obtener su independencia Azerbaiyán se unió a la Declaración de las Naciones Unidas. Pero en Azerbaiyán, tras la independencia, no comenzaron de inmediato los trabajos en esta esfera. Y no se podía esperar otra cosa, puesto que cualquier país que declara  su independencia se enfrenta a muchos problemas difíciles, y ustedes saben que Azerbaiyán se ha enfrentado a problemas aún más difíciles y dolorosos. La agresión de Armenia contra Azerbaiyán, la guerra  y la complicada, difícil e intrincada situación socio-política en Azerbaiyán no creaban, naturalmente, las condiciones necesarias para la aplicación de la Declaración de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en el país. Pero al mismo tiempo hay razones subjetivas. Algunos organismos públicos o personas que representan al Estado, por el contrario, han cometido graves violaciones contra los Derechos Humanos, han obstaculizado o han impedido el cumplimiento de los requisitos relacionados con ellos.

Los Derechos Humanos ocupan un papel importante en el proceso de construcción de un Estado democrático, de derecho, laico en Azerbaiyán, y en años anteriores, llevando a cabo un trabajo creativo,  fuimos capaces de hacer mucho para garantizar los Derechos Humanos en Azerbaiyán. Hoy se ha hablado en detalle de esto, y declaro que la primera Constitución de Azerbaiyán independiente adoptada en 1995  ha creado todas las condiciones para promover y proteger los Derechos Humanos en Azerbaiyán, en particular para aplicar la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Es nuestra tarea y nuestro deber poner en práctica las disposiciones de la Constitución y cumplir las leyes aprobadas por el supremo poder  legislativo de Azerbaiyán.

Es posible que  no hayamos podido adoptar todavía algunas leyes que después serán  adoptadas. Si somos capaces de aplicar las disposiciones de la Constitución y las leyes aprobadas, entonces podremos decir que hemos hecho mucho en esta etapa de nuestro Estado independiente. Por eso, hoy en la reunión de la Comisión invito a todos los órganos estatales y gubernamentales de Azerbaiyán, a las organizaciones no gubernamentales que funcionan en Azerbaiyán, a intensificar sus esfuerzos para  aplicar la Constitución y las leyes relacionadas con la protección y promoción de los Derechos Humanos.

Sin duda, esto es un tema muy extenso. No es posible tratar los Derechos Humanos de forma  limitada. Por desgracia, algunas organizaciones y algunas personas no sólo en Azerbaiyán, sino también en las organizaciones internacionales consideran los Derechos Humanos como  derechos de ciertos individuos y personas. Por supuesto, esto es una opinión falsa y esta Declaración demuestra que los Derechos Humanos deben ser entendidos en un sentido amplio. Aquí se han emitido muchas opiniones valiosas que son importantes para Azerbaiyán. Porque el derecho de cada persona debe ser protegido y asegurado, pero, si los Derechos Humanos se violan en forma masiva o se violan los derechos de todo el pueblo, esta cuestión debe atraer aún mayor atención y debe adquirir un carácter prioritario. También estoy de acuerdo en que el genocidio y la agresión cometidos contra el pueblo de Azerbaiyán en los últimos dos siglos son violaciones de los Derechos Humanos, actos sumamente horribles.

La expulsión por la fuerza de los azerbaiyanos de su tierra natal, de las tierras que ahora se denominan Armenia, donde vivieron durante siglos, miles de años; el derramamiento de sangre, la muerte de personas, la pérdida de la propiedad, todo esto demuestra la violación de los derechos del pueblo de Azerbaiyán a lo largo de la historia.

Ahora podemos lamentarnos de que la comunidad mundial, las organizaciones internacionales no han prestado la suficiente atención a la violación de los derechos de nuestro pueblo, no se han preocupado por nosotros. Pero al mismo tiempo debemos reconocer que nosotros mismos, es decir, el pueblo de Azerbaiyán, en cierta medida se ha resignado a la violación masiva, terrible de sus derechos, y, por desgracia, en el mundo no se han tomado las medidas necesarias con el fin de prevenir esta atrocidad, este crimen. Es posible que otras naciones hagan más para proteger sus derechos. Es posible que sus derechos no hayan sido tan pisoteados, pero ponen el tema en el centro de la opinión pública mundial. En cambio, nosotros lo hemos soportado durante décadas, miles de años. Muchas veces no hemos levantado nuestra voz, no hemos hecho las cosas necesarias. Y en este siglo, en el siglo XX, muchas veces se han violado los derechos del pueblo azerbaiyano. Muy a menudo. Los derechos de nuestro pueblo fueron violados por el poder soviético. Ahora se puede decir que se violaron los derechos de todas las personas que vivían en la Unión Soviética. Esto era de carácter general, estaba relacionado  con las particularidades del Estado.

Pero, al mismo tiempo, la deportación en masa de azerbaiyanos de Armenia en 1948, el período soviético, la expulsión de un gran número de azerbaiyanos de Azerbaiyán de hoy a Irán en los años 30, o la expulsión de los azerbaiyanos del territorio de Georgia en 1944 y otras acciones semejantes no han recibido una correcta valoración. A principios del siglo XX, en 1918 o en 1920, el genocidio cometido contra los azerbaiyanos por los armenios tuvo lugar durante el período de la anarquía. Pero después del año 1920, es decir, durante el período soviético, el gobierno estatal violó los derechos del pueblo de Azerbaiyán.

Por fin, la expulsión por la fuerza de azerbaiyanos del territorio de Armenia en 1988 y su humillación, las pérdidas, la muerte, la expulsión por la fuerza de los azerbaiyanos de sus tierras natales como resultado de la agresión militar de Armenia y la ocupación de una parte del territorio de nuestro país constituyen en suma una violación brutal de los derechos del pueblo de Azerbaiyán y de cada azerbaiyano. Pero por desgracia, repito, esto se aplica a todo el mundo, se ha convertido en un fenómeno común.

Ahora que vivimos en un Estado independiente y cuando nos estamos ocupando de los Derechos Humanos, solo se habla de los derechos de ciertos individuos, hay discusiones y debates sobre esto. Repito una vez más, el derecho de cada persona debe ser protegido. Pero si podemos valorar la imagen moderna de Azerbaiyán desde el punto de vista político, entonces la violación masiva brutal de los derechos del pueblo de Azerbaiyán en el mundo será clara. Hablando de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, o  realizando cualquier trabajo relacionado con esta Declaración, debemos informar al mundo en todas las áreas, en las organizaciones internacionales sobre este problema, es decir sobre la violación masiva y brutal de los derechos del pueblo azerbaiyano; debemos difundirlo. Esta es una tarea histórica de cada uno en Azerbaiyán. Cada persona  dentro de sus posibilidades debe cumplir con esta tarea. Es posible que algunas personas tengan  grandes posibilidades, otras pequeñas. Pero el trabajo pequeño junto con el grande constituyen nuestra causa común.

Yo creo que nuestros órganos estatales y gubernamentales deben abordar seriamente estas cuestiones en forma regular y consecuente. Nuestros órganos de prensa, organizaciones de investigación, organismos públicos, organizaciones no gubernamentales, todos deben ocuparse seriamente del caso. En Azerbaiyán todos debemos estar unidos en esta cuestión. No debe haber en esta cuestión ningún gobierno-oposición. Esta es nuestra causa nacional.  Este es nuestra causa y deber moral. Aquí nadie debe buscar lo mejor  para sí mismo. Nadie debe aprovechar esta cuestión para sí mismo. Nadie debe abusar de este tema para sus propios fines. Todos deben unirse y mostrar a la comunidad internacional, a los países y pueblos del mundo, que los derechos del pueblo de Azerbaiyán han sido violados durante décadas, siglos, que al final del siglo XX los derechos del pueblo de Azerbaiyán han sido violados y pisoteados brutalmente.

Por supuesto, junto con esto, debemos trabajar en otras áreas relacionadas con los Derechos Humanos. Los informes sobre el trabajo realizado en los últimos años indican que en realidad estamos creando un Estado de derecho, democrático y que tratamos de convertir la protección de los Derechos Humanos en un asunto público, de estado.

Por supuesto, apreciando el trabajo realizado, se debe reconocer los errores y defectos existentes. Debemos reconocerlos con el fin de eliminarlos, no para que cualquiera pueda usarlos para lograr sus metas. Siempre debemos decir la verdad al público, a la gente, al país. Pero al mismo tiempo debemos  impedir la distorsión de la verdad, dando para ello información veraz.

Lo más importante que hicimos es la abolición de la pena de muerte. Ustedes  saben, esto es un  acontecimiento histórico. Nuestra sociedad, nuestra gente debe evaluarlo correctamente. Esto es un acontecimiento, un paso extraordinario.

La abolición de la pena de muerte no tiene la intención de indultar a cualquier reo. Es una cuestión de valores universales, nacional. La abolición de la pena de muerte muestra que nuestra república, el estado independiente de Azerbaiyán, está llevando a cabo una política humana.

Matar a un hombre es la mayor atrocidad. Si alguien mata a alguien, entonces comete la mayor atrocidad. Si la persona que ha cometido el crimen más atroz es ejecutada por una sentencia dictada por un tribunal, esto en sí mismo es un asunto muy difícil. Una vez más les digo, la abolición de la pena de muerte es un evento de carácter mundial. Es decir, dijimos "no" a la política de la pena de muerte que durante siglos ha sido aplicada por la nación en la que vivimos y por todos los estados actuales y pasados.

Por eso creo que este es un tema muy importante para las organizaciones de investigación y para los abogados. Una vez más les digo, he tratado de explicar el sentido amplio de esto. Esto no es para una, cinco, diez personas. Por ejemplo, cuando abolimos la pena de muerte, en la cárcel había entre unas cien y ciento veinte personas condenadas a muerte. Cada uno de ellos había sido justamente condenado por el tribunal.

Antes de la abolición de la pena de muerte, varias  veces yo había propuesto revisar los documentos de algunas personas condenadas a muerte para perdonarlas o cambiar la pena. Los que se dedicaban a la amnistía revisaron los documentos y me informaron que entre ellos había quienes mataron a 5 o 6 personas, y además brutalmente. ¿Cómo pueden ser perdonados? Aquí hay una verdad. Pero a pesar de eso, nosotros, el Estado, no hemos querido matar a la persona que mató a cinco personas. Esto muestra  el humanismo de nuestro Estado, su alta estima de la persona y la fe que profesa en su educación.

Nuestras organizaciones no gubernamentales y otras organizaciones no han podido prestar la debida atención a este evento. Algunas organizaciones que están en la oposición consideran que no ha sucedido nada especial. Pero en realidad ha sucedido un acontecimiento histórico.

En los últimos años en  Azerbaiyán se ha realizado un gran trabajo en la esfera de la protección de los Derechos Humanos y las libertades humanas. El Glavlit también fue liquidado. Los órganos de prensa tenían ciertas restricciones. Su liquidación ha mostrado al mundo que en Azerbaiyán la gente goza de  todas las libertades. Pero las personas deben utilizar esta libertad con sabiduría, no deben utilizarla para  fines personales y egoístas.

Abordo esta cuestión desde un punto de vista dialéctico. Considero que tras la abolición de esas restricciones algunos órganos de prensa simplemente se  han confundido. Piensan que aprovechando  estas libertades se puede escribir calumnias, mentiras, injurias y agravios.

Se sabe que los autores de estos artículos y opiniones publicadas en la prensa muestran su nivel de cultura o de falta de cultura. Como ya he dicho, abordo esta cuestión desde un punto de vista dialéctico. Pienso que con el tiempo la gente se dará cuenta de que estas libertades no deben ser utilizadas desde una posición sesgada o difamatoria, sino civil.


Pero lamento que las posibilidades creadas por el Estado, por el gobierno, hayan llevado a tales fenómenos negativos. En los últimos meses, en algunos periódicos se han publicado artículos difamatorios, abusivos, y cuando las personas que se sintieron ofendidas trataron de  proteger sus derechos, los autores de estos artículos hacen un escándalo, comienzan a  hablar de la "violación de los derechos", incluso declaran una huelga de hambre.

Declarar la huelga de hambre es, tal vez, un signo de debilidad. Personalmente lo aprecio así. Cualquier persona que lucha por sus derechos debe luchar defendiendo su dignidad. Es imposible ganar la compasión de alguien, lograr algo muriendo de hambre. Por eso yo les aconsejaría a todos los que declararon la huelga de hambre que abandonen esa empresa. Por supuesto, lo siento por aquellos que realmente tienen hambre, y no quiero que alguien se haga débil, tenga  dificultades.

Ayer la televisión rusa  informó que los maestros de la región de Ulyanovsk durante seis meses no recibieron sus  salarios, hicieron una larga huelga de hambre y uno de ellos murió. Lo declararon como un gran accidente. Pero, probablemente, esta huelga de hambre tenga justificación. El hombre trabajaba, debía recibir un salario y no se lo daban.

Pero pienso que la huelga de hambre declarada en los últimos años en Azerbaiyán no tiene análogos en el mundo. Hoy, reitero que les  aconsejo detener la huelga de hambre. Al mismo tiempo creo que el poder judicial, los tribunales resolverán justamente los asuntos. Si esto toma un carácter especial y está bajo el control de la opinión pública, no puedo entender cómo un tribunal puede tomar una decisión injusta. Si estos trabajadores de prensa realmente luchan por la verdad, hago un llamamiento a todos los tribunales y autoridades judiciales a que sean justos. Deben ser especialmente justos el poder judicial y los tribunales. Pero no hay que intentar mediante tales hechos perturbar la situación política en Azerbaiyán. Estos eventos no  pueden alterar la estabilidad social y política.

Así, una vez más repito que el trabajo realizado en Azerbaiyán en relación con los Derechos Humanos, da sus resultados positivos. Deseo que nuestros órganos estatales, gubernamentales y no gubernamentales sigan uniendo sus esfuerzos para proteger los Derechos Humanos. Es un área donde  no deben hacerse distinciones.

Estoy muy contento de que los representantes de las organizaciones no gubernamentales tomen parte en nuestra reunión de hoy; algunos de ellos han intervenido aquí. Pienso que han presentado algunas ideas y propuestas muy importantes. En suma, ordeno al Aparato Ejecutivo del Presidente que en poco tiempo analice todas las propuestas aquí presentadas. Si es necesario tomar decisiones en relación con ellas, que tales propuestas me sean presentadas.

Repito, la presencia aquí de los representantes de organizaciones no gubernamentales es un hecho positivo. Deseo que esta experiencia continúe en el futuro, que todas las organizaciones no gubernamentales, independientemente de su ideología política o pertenencia a un partido u organización, unan sus esfuerzos para proteger  los intereses nacionales de Azerbaiyán.

Como jefe del Estado de Azerbaiyán estoy en contra de que estas organizaciones no gubernamentales se contrapongan entre sí. Por el contrario, invito a todas las organizaciones a unir sus esfuerzos. Declaro que el gobierno de Azerbaiyán y sus órganos estatales están dispuestos a cooperar con cada organización en este campo.

Haciendo una valoración del trabajo realizado, hay que decir que todavía tenemos mucho por hacer. Muchas cosas son nuevas para Azerbaiyán independiente. La democracia, la economía de mercado, el libre comercio y la independencia son fenómenos nuevos. También lo es la preocupación y el cuidado  de los Derechos Humanos, su defensa basada en los principios de la Declaración Universal de la ONU.

Naturalmente, en el corto plazo no podemos hacer que  la sociedad, todas las personas, adhieran  a estos principios. Ni siquiera somos capaces de lograr el pleno cumplimiento de estos principios en el gobierno. Esta es una realidad. Por ejemplo, la aprobación de la Constitución, sin duda, exige una gran voluntad. Pero hemos expresado nuestra voluntad en el proyecto de Constitución. El proyecto de Constitución fue aprobado por el pueblo mediante el voto en un referéndum. Las leyes se discuten y se adoptan en el órgano legislativo. Pero su ejecución es un proceso grande y muy largo. El cambio en la mentalidad de la gente, el cambio en su psicología, el incremento de los conocimientos jurídicos, todo eso demanda tiempo.

Así, pienso que debemos trabajar de manera consecuente. No obstante, que nadie se ilusione ni ilusione a los demás pensando que Azerbaiyán ha logrado o debe lograr un alto nivel de los Derechos Humanos. Pienso que Azerbaiyán todavía no ha sido capaz de lograr esto porque, repito, hay que acostumbrar a toda nuestra comunidad a este asunto. Debemos acostumbrar a los órganos ejecutivos a este asunto. Esto debe reflejarse en la mente del ejecutor, para que pueda cumplir las  leyes y las exigencias de la  Constitución. Pero esto no sólo depende del ejecutor. Cada ciudadano debe entender la necesidad de observar la ley y construir su vida en el marco de la ley. Pero, por desgracia, algunos de los que hablan de los Derechos Humanos y hacen ruido sobre la  “violación  de los Derechos Humanos en Azerbaiyán” no observan las leyes, violan las leyes, violan los derechos de los demás. Defendiendo  los derechos de unos, violan los derechos de otros, atentan contra los derechos de los demás. Esta es una situación real.

Repito que nadie, incluida las organizaciones de oposición, debe pensar que son ellos quienes tienen que proteger los Derechos Humanos en Azerbaiyán. No. El Estado de Azerbaiyán, órganos públicos y gubernamentales, la Constitución de la República y las leyes aprobadas en el país son los que protegen los Derechos Humanos. Los trabajos realizados en esta esfera son evidentes. Quien realmente quiere proteger los Derechos Humanos y desarrollar el Estado de derecho en Azerbaiyán debe estar junto con el gobierno, el Estado, todas las organizaciones. Repito, no deben inflar este tema, no deben utilizarlo para sus propios propósitos egoístas.

Hemos creado el Instituto de Investigación para los Derechos Humanos, es decir hemos tomado una decisión sobre esto. Pienso que esta institución tiene grandes tareas. Deseo que el instituto se forme de  competentes profesionales, científicos y realice un trabajo útil.

En general, como he dicho al comienzo de mi discurso, es necesario realizar amplios trabajos  relacionados con los temas nacionales. La protección de los derechos individuales es el deber de todo Estado. Debemos hacerlo, y lo haremos. Pero el deseo de proteger los derechos de nuestro pueblo, nuestra nación, para que no sean pisoteados en el futuro, analizar ampliamente las injusticias cometidas hasta ahora contra el pueblo azerbaiyano, crear grandes obras, libros, obras de arte y darlas a conocer al mundo: todo esto no es asunto de una generación. Esto es asunto de muchas generaciones. Pero  tenemos que ser voluntariosos para comenzar este trabajo ahora y transmitirlo a las generaciones futuras, es decir, debemos sentar las bases para este trabajo. Este trabajo debe continuar durante décadas. He perseguido ese objetivo en mi decreto sobre la deportación de los azerbaiyanos de Armenia en 1948, y en otras de mis iniciativas.

Lo he dicho últimamente en mis intervenciones relativas a la protección de los Derechos Humanos y hoy vuelvo a repetirlo: vamos a declarar un indulto y una amnistía. En el Aparato Ejecutivo del  Presidente se realizan los trabajos necesarios y se preparan propuestas. Hoy he dado instrucciones para acelerar la preparación de las mismas. Quiero cumplir mis promesas, quiero dictar un Decreto de indulto y plantear una  iniciativa de amnistía. Es necesario preparar los materiales y presentármelos.

Pienso que la Comisión debe continuar su trabajo. No piensen ustedes que la Comisión fue creada solo para celebrar el 50 º aniversario de la Declaración. Esta Comisión debe ser permanente. Sin duda, el 10 de diciembre habrá una gran ceremonia. Hasta ahora se han celebrado varias conferencias; en los  proximos días también se celebrarán. Pero el trabajo no está terminado, es decir  nuestro trabajo no tiene el carácter de campaña. Celebrando el 50 º aniversario de la Declaración, declaramos al mundo que Azerbaiyán construye un  Estado democrático, laico, que es y seguirá siendo fiel a la Declaración de los Derechos Humanos, que todas las medidas derivadas de esta Declaración se implementarán en el territorio de nuestro país. 

Pienso que es necesario hacer un plan de trabajo sobre las actividades futuras de la Comisión. Luego podemos discutir y aprobar este plan de trabajo. En 1999 debemos trabajar sobre la base de este plan, este trabajo debe continuar.

Así, pienso que en la reunión de nuestra Comisión hemos analizado las tareas futuras. Una vez más ordeno estudiar  todas las propuestas presentadas e informarme sobre esto. Gracias.

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