Genocidio de Jodzhali es un crimen contra la humanidad


La política de genocidio y agresión  contra el pueblo azerbaiyano  realizada por  nacionalistas armenios tiene más de dos siglos. El objetivo de esta política es expulsar a los azerbaiyanos de sus tierras antiguas  y crear  "Gran Armenia"  que es un Estado mítico inventado por  historiadores e ideólogos armenios. Para llevar a cabo su política despreciable y peligrosa utilizaron  diferentes métodos y técnicas, provocaciones políticas,  falsificaron la historia, apoyaron  el nacionalismo militante,  el separatismo y la agresión contra las naciones vecinas a nivel estatal. Con este fin, en Armenia y en algunos países extranjeros,  crearon  organizaciones  "culturales y  nacionales", religiosas, políticas, incluso terroristas,  movilizaron la diáspora y el lobby armenio.

Después de la división de las tierras de Azerbaiyán en dos partes como resultado de la guerra entre Rusia e Irán en el primer cuarto del siglo XIX, se inició el proceso de migración masiva  de los armenios de Irán y Turquía al territorio de   Karabaj, la situación demográfica de  Nagorno Karabaj fue  cambiada drásticamente. En 1905, los nacionalistas armenios cometieron asesinatos masivos de los azerbaiyanos en su propia tierra, destruyeron centenares de aldeas. En 1918, con el apoyo de la Comuna de Bakú, cuyo liderazgo político y militar se componía principalmente de los armenios, se llevó a cabo un plan despreciable con el fin de  limpiar la provincia de Bakú de azerbaiyanos. Como resultado de esto, decenas de miles de civiles fueron asesinados, las ciudades, los monumentos culturales, las mezquitas y escuelas fueron destruidos. Los azerbaiyanos civiles fueron masacrados por armenios  en Ganja, Shamakhi, Guba, Lankaran, Karabaj, Mugan y en otras partes de Azerbaiyán.

La política de genocidio y  deportación contra los azerbaiyanos continuaba utilizando  métodos sutiles e insidiosos también  en el período soviético, que proclamaba la consigna de la igualdad de los pueblos y  naciones, fueron adoptadas muchas decisiones equivocadas e injustas  en relación con Azerbaiyán. A los 20 años,  el  territorio histórico de  Zangezur de Azerbaiyán fue incorporada a Armenia sin ninguna razón,  y de ese modo la antigua tierra de Azerbaiyán - Najichevan - se separó del resto de nuestro país. En Nagorno Karabaj fue establecida  la autonomía armenia.En 1948-1953, gracias a las decisiones voluntarias de la dirección soviética,  los armenios deportaron a cientos de miles de azerbaiyanos de sus tierras de origen y, de hecho, crearon  una república mono-étnica en el territorio de la república de Armenia.

El injustificado  conflicto  de Nagorno Karabaj que comenzó de 1988,  la reacción armenia en el territorio de Azerbaiyán y los amargos tormentos de azerbaiyanos inocentes, víctimas de esta reacción, por desgracia, se encontraron  con el silencio indiferente del gobierno de la ex Unión Soviética y el mundo civilizado. Los armenios,  animados utilizando  tal situación, realizaron continuamente una política de genocidio contra los azerbaiyanos y crímenes históricos sin precedentes. Las fuerzas armadas armenias ocuparon el 20 por ciento del territorio de  Azerbaiyán,  incluidas siete regiones en torno a Nagorno Karabaj - Kelbajar, Lachin, Agdam, Fizuli, Jabrail, Zangilan y Gubadli. Más de un millón de azerbaiyanos fueron expulsados ​​brutalmente de sus tierras de origen, decenas de miles de personas perdieron la vida, fueron mutiladas, fueron tomadas como rehenes.  Cientos de casas, miles de instituciones culturales, educativas  y de salud,  monumentos culturales e históricos, mezquitas, lugares de culto y cementerios fueron arrasados, fueron víctimas de un vandalismo armenio sin precedentes.

Las tragedias cometidas por  los bandidos armados armenios en los primeros años del conflicto en los pueblos de Nagorno Karabaj - Kyarkidzhahan, Meshaly, Gushchular, Garadagly, Agdaban y otros pueblos donde  vivían azerbaiyanos, por último, el genocidio de Jodzhali son crímenes históricos y será para siempre un punto negro de la conciencia de los armenios  "sufridos y desfavorecidos".


La tragedia de Jodzhali es uno de los crímenes más atroces del siglo XX, que se cometió contra el pueblo azerbaiyano por armenios  - autores de la política chovinista realizada para crear  "Gran Armenia" y un estado mono-étnico.  A  finales del siglo XX, los invasores armenios  cometiendo crimenes  atroces y atrocidades contra la humanidad, siguen llevando a cabo su política de ocupación de  tierras de Azerbaiyán, comenzada en 1905,  como resultado de su impunidad,  debido al hecho de que hasta ahora la comunidad internacional y las organizaciones internacionales no trataron de reconocer, condenar y evitar sus crímenes.

La noche del 26 de febrero de 1992, que fue escrito con letras de sangre en la historia de Azerbaiyán,  las fuerzas armadas armenias con el apoyo  de la técnica blindada y del cuerpo militar del regimiento de infantería 336 situado en la ciudad Khankendi desde el periodo soviético, y cuyo personal estaba formado en gran parte por armenios,  arrasaron la antigua ciudad de Jodzhali.

Antes del ataque,  Jodzhali fue destruido por el fuego intenso de cañones y otros equipos militares. En la ciudad, se inició el fuego. Luego, las fuerzas de infantería entraron en la ciudad desde varias direcciones,  cometieron una masacre brutal contra los habitantes supervivientes.

Ese día, en poco tiempo los grupos armados armenios asesinaron  brutalmente, con ferocidad  a  613 civiles,  421 personas resultaron heridas de gravedad.

Los civiles que no podían salir del asedio fueron asesinados  con crueldad por militares armenios que se escondían en los bosques,  caminos. Los verdugos bestiales arrancaron el cuero cabelludo de las personas, cortaron las diversas partes de sus  cuerpos, les sacaron los ojos a  niños, abrieron el vientre de las mujeres embarazadas,  y enterraron a las personas  vivas o los quemaron,  algunos de sus cadáveres fueron minados.

Durante este período, 1.275 personas fueron desaparecidas y se cayeron prisioneros, la ciudad con una población de 10 mil habitantes fue saqueada, los edificios fueron destruidos y quemados. El destino de 150 personas, entre ellas 68 mujeres y 26 niños, aún se desconoce. Como resultado de la tragedia, más de un mil personas civiles recibieron heridas de bala de diversa gravedad y fueron mutiladas. Entre los muertos se encontraba 106 mujeres, 83 niños y 70 ancianos. 487 personas  fueron mutiladas, incluyendo 76 adolescentes.


Como resultado de este crimen político-militar, seis familias fueron destruidas completamente, 25 niños perdieron a ambos padres, 130 niños perdieron a uno de sus padres. De las víctimas 56 fueron quemadas vivas.

El Presidente de la República de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, afirmó en un llamamiento  al pueblo azerbaiyano con motivo del aniversario del genocidio de Jodzhali:  "sin ninguna necesidad militar, cientos de civiles fueron asesinados con una  crueldad sin precedentes en la historia, y sus cadaveres fueron  abusados. Fueron asesinados niños, mujeres, ancianos, familias enteras. A finales del siglo XX, se cometieron crímenes  no sólo contra el pueblo azerbaiyano, sino contra toda la humanidad. La tragedia de Jodzhali por su  gravedad, salvajismo y brutalidad ocupa un lugar especial entre los crímenes cometidos contra la humanidad ".

¡Es difícil imaginar que alguien pueda cometer  este acto de barbarie y brutalidad sin precedentes  en la historia a fines del siglo XX, ante los ojos de todo el mundo!

Este masacre masivo es una manifestación de la política de terror contra la independencia nacional y la integridad territorial de Azerbaiyán,  es un despiadado crimen no sólo contra los azerbaiyanos, sino también contra la humanidad en su conjunto. Los nacionalistas armenios cometiendo el genocidio de Jodzhali, trataron  de asustar al pueblo de Azerbaiyán  que no quería dar sus tierras a los invasores, romper y destruir su voluntad de lucha.

Seyran Ohanyan, comandante del Segundo Batallón del Regimiento 366,  Evgeni Nabokov,  comandante del Tercer  Batallón,  Valery Chitchyan,  comandante del Primer  Batallón, encabezaron  el ataque a la ciudad de Jodzhali.  Más de 90 tanques, vehículos blindados de combate y otros equipos militares participaron en las operaciones. Los militares del Regimiento  Slavik Harutyunyan, Andrey Ishkhanian, Sergei Beglaryan, Movses Akobian, Gregory Kisebekyan, Vachik Mirzoyan,  Vachagan Hayriyan,  Alexander Hayrapetyan y otros,  los miembros de las fuerzas armadas armenias Caro Petrosyan, Vitali Balasanyan, Seyran Tumasyan, Valerik Grigoryan y otros participaron activamente en el genocidio contra la población civil.  Armo Abrahamyan,  jefe del Departamento de Asuntos Internos de Khankendi, Mavrik Ghukasian, jefe del Departamento de Interior de Askeran, Shahen Barseghian, su adjunto,  Vitaly  Balasanyan, presidente del Frente Popular Armenio en  Nagorni Karabaj, Serzhik Kocharyan,  jefe del cárcel de la ciudad de Khankendi,  y otros se encontraron entre aquellos que cometieron una masacre brutal contra los civiles.

 

S. Ohanyan  que durante el genocidio de Jodzhali tenía el rango de mayor, ahora tiene el rango de general y es el ministro de defensa de la República de Armenia. Otros participantes del crimen también ocupan  diversos cargos en el régimen títere creado por Armenia, y en el gobierno de Armenia.

La Asamblea General de las Naciones Unidas, por su resolución 96 de 11 de diciembre de 1946, ha declarado que el genocidio no  reconoce el derecho a la vida de los grupos, humille  la dignidad humana, priva a la humanidad de  valores materiales y  espirituales  creados por las personas. Tales acciones son completamente opuestos a los propósitos y objetivos de las Naciones Unidas. En la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio adoptada por la Asamblea General en  su resolución 260, de 9 de diciembre de 1948 y entrada en vigor en 1951, se define la base jurídica del delito de genocidio.  Los Estados Partes en la Convención reconociendo que el genocidio, ya sea cometido en tiempo de paz o en tiempo de guerra es un delito de derecho internacional, se han comprometido a tomar medidas para prevenir el genocidio y castigar a los culpables.  El carácter y la escala de los crímenes monstruosos cometidos en Jodzhali  muestran que  aquí tienen lugar  todos los hechos constitutivos del delito de genocidio, reflejados en la Convención. La masacre masiva y despiadada, planificada de antemano,  se cometió con el objetivo de  matar personas que vivían  en esta zona, por la razón que ellos fueran azerbaiyanos.

Los datos sobre las violaciones por parte de Armenia  de las normas del derecho internacional durante la guerra  no se limitan a esto. De conformidad con las exigencias del derecho internacional humanitario, la guerra debe librarse sólo entre las fuerzas armadas de las partes del conflicto armado. Los civiles no deben participar en combates y es necesario estimarlos. De conformidad con el artículo 3 de la IV Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra  se prohíben los atentados contra la vida y seguridad de la población civil, especialmente el homicidio en todas sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles, la tortura y los suplicios, los atentados contra la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes y degradantes. El artículo 33 del Convenio establece que no se castigará a ninguna persona protegida por infracciones que no haya cometido.

Están prohibidos los castigos colectivos, así como toda medida de intimidación o de terrorismo, las medidas de represalia contra las personas protegidas. De conformidad con el artículo 34 del mismo  Convenio está prohibida la toma de rehenes de las personas civiles. Sin embargo, los armenios,  tomando como rehenes a más de mil personas sólo en Jodzhali,  se manifestaron abiertamente su desprecio por este principio. Las fuerzas armadas armenias haciendo caso omiso de las normas jurídicas, utilizaron métodos brutales para matar a los civiles de Jodzhali. Todo esto es un  delito de genocidio, en virtud de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, de 9 de diciembre de 1948.

Las personas que cometieron  atrocidades indecibles contra los azerbaiyanos civiles durante la ocupación de Jodzhali,  y que violaron  gravemente las exigencias de los Convenios  de Ginebra, los artículos 2, 3, 5, 9 y 17 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Convención de la Protección de los Niños y las Mujeres en Estados de Emergencia o de Guerra, la  Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio aún no han sido castigados. La impunidad  proporciona una base para nuevos delitos.

Armenia no se avergüenza por  las atrocidades cometidas, al contrario, justifica desvergonzadamente el genocidio cometido contra los azerbaiyanos, y los que  cometieron esta tragedia se consideran  héroes nacionales. En Armenia,  abiertamente lleva a cabo una  política  anti-Azerbaiyán, a la escala estatal se crea una base ideológica para ocupar  nuevas tierras de Azerbaiyán. La falsa historia  armenia  se eleva a nivel estatal con el fin de crear las bases para formar a la juventud armenia en el espíritu chovinista.

No importa lo extraño, los parlamentos  de varios países, haciendo la vista gorda ante un genocidio real, que es la tragedia de Jodzhali, han convertido  la leyenda del genocidio armenio  en un  tema de  debate, incluso  siendo indiferente a la verdad histórica  han  adoptado  decisiones  injustas. Esta es una de las causas del fracaso, causado  por Armenia, de los intentos de  solucionar  pacificamente el conflicto armenio-azerbaiyano de Nagorno Karabaj.

Los historiadores y políticos armenios  haciendo  propaganda y  exagerando cada año los acontecimientos de 1915, supuesto genocidio armenio,   de hecho  tratan de buscar el olvido de la masacre masiva,  cometida contra los azerbaiyanos a principios del siglo,  engañar a la  opinión pública mundial.
Las tierras de Azerbaiyán siguen estando bajo la ocupación,  los carniceros armenias exterminaron  sin piedad a personas inocentes para lograr  sus objetivos ambiciosos. Cada uno de los azerbaiyanos  tiene una tarea de lograr el  reconocimiento de la tragedia de Jodzhali por la comunidad internacional como un acto de genocidio y crímen contra la humanidad.  Este crimen no debe ser repetido.


Heydar Aliyev, líder nacional del pueblo azerbaiyano, dijo  en relación a  este evento: "El genocidio  de Jodzhali es una de las grandes tragedias humanas del siglo XX. La comunidad internacional  debe ser informada de la verdad sobre el genocidio de Jodzhali para que  las atrocidades cometidas durante la masacre de Jodzhali  no pueda repetirse en cualquier parte del mundo. Se debe realizar un trabajo serio y útil para que todas las personas, fieles a los ideales del humanismo, expresen categóricamente e inequívocamente su actitud hacia esta tragedia ".

Es apropiado decir que  después del  regreso del líder nacional Heydar Aliyev al poder  en junio de 1993,  gracias a la insistencia de la gente,   fue  posible  dar una valoración política y jurídica a muchas de nuestras tragedias nacionales, incluido el genocidio de Jodzhali. El 24 de febrero de 1994,   el Milli Majlis adoptó por iniciativa del lider  nacional una decisión sobre  el Día del Genocidio de Jodzhali. Este documento da a conocer  detalles de las causas y los autores de la tragedia.

Sin duda, la Fundación Heydar Aliyev bajo la dirección de la señora Mehriban Aliyeva tiene un papel especial en las medidas adoptadas para informar al mundo sobre las verdades  de Jodzhali, difundir estas verdades en la arena internacional, dar una evaluación objetiva de este genocidio.   En los ultimos  años  en 70 países del mundo,  la Fundación Heydar Aliyev realiza una serie de medidas consecutivas dedicadas a la tragedia de Jodzhali.  La Fundación organiza conferencias, noches memorables, publica libros, folletos, produce  unidades de DVD, hace  películas.

La campaña internacional "Justicia para Jodzhali" iniciada  por Sra. Leyla Aliyeva, Vicepresidente de la Fundación Heydar Aliyev, Presidenta de la Organización Azerí de la Juventud de Rusia, se amplia cada año. Se organizan cientos de actividades en todo el mundo en el marco de esta campaña. En casi todos los Estados miembros de la Unión Europea, en los países de la CEI, Asia, América del Sur y del Norte se organizan conferencias, seminarios y piquetes.  A través de esta campaña, una serie de foros internacionales reconocieron  la tragedia de Jodzhali. A iniciativa de la  Fundación y el Foro de la Juventud de la OCI, los  parlamentarios de 31 países reconocieron  la tragedia de Jodzhali como un crimen contra la humanidad. En principales universidades del  20 países del mundo, se realizan flashmobs de los jóvenes. Al mismo tiempo ha comenzado una nueva fase de la campaña – la fase de difusión de peticiones y llamamientos dirigidos a Jefes de Estado y de Gobierno, el Grupo de Minsk de la OSCE, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, la Secretaría de las Naciones Unidas, los parlamentos del mundo y organizaciones internacionales, y que exigen  el reconocimiento de esta tragedia como un acto de genocidio y crímen contra la humanidad.

Actualmente cientos de voluntarios en todo el mundo realizan con éxito la Campaña Internacional de Conciencia "Justicia para Jodzhali " cuyo objetivo es informar a la  pública internacional sobre  la verdad de la tragedia de Jodzhali,  lograr lo que la comunidad mundial  dé una evaluación política,  jurídica y moral de  esta tragedia.

Una de las organizaciones que operan prácticamente en esta dirección, es la Asociación para el Desarrollo de la Sociedad Civil en Azerbaiyán. La Asociación para el Desarrollo de la Sociedad Civil en Azerbaiyán que incluye varias de las principales organizaciones no gubernamentales de la sociedad azerbaiyana, ha publicado en azerbaiyano, ruso e inglés  el  libro "Genocidio de Jodzhali (en los documentos, hechos y la prensa extranjera)", también ha recogido más de un millón de firmas de los ciudadanos de la República de Azerbaiyán, que exigen el reconocimiento de los hechos  de Jodzhali como genocidio. Es importante destacar que no se trata simplemente de las exigencias, estas firmas  son vivos, historicos  testimonios de las  personas  que fueron testigos del genocidio de Jodzhali,  son documentos  morales, políticos, históricos  y jurídicos. Por eso, todas estas firmas fueron enviadas a muchas prestigiosas bibliotecas y archivos extranjeros, a los parlamentos de grandes Estados para restaurar la verdad histórica y la justicia.

Otro proyecto evidente de la Asociación es el álbum -libro "Dos foto- conversación de una tragedia", publicado en inglés. El libro refleja fotos y entrevistas de dos prominentes periodistas azerbaiyanos que han registrado en la memoria de lente de la cámara los imágenes de las víctimas del genocidio de Jodzhali.

El Gobierno de Azerbaiyán está llevando a cabo una actividad con propósito y consistente para informar a la comunidad  internacional sobre los crímenes cometidos contra los azerbaiyanos por parte de los nacionalistas chovinistas armenios, incluyendo la verdad sobre el genocidio de Jodzhali, para su reconocimiento como genocidio.

A su vez, la comunidad internacional entiende bien de lo que es la verdad. La resolución especial adoptada por la Organización de la Conferencia Islámica en relación con el genocidio de Jodzhali, es el primer documento  adoptada por las organizaciones internacionales, que ha  reconocido el genocidio de Jodzhali  como un "Crimen contra la humanidad". En la resolución adoptada por 51 países, la tragedia de Jodzhali fue evaluado como  "genocidio masivo cometido por las fuerzas armadas de Armenia contra la población civil" y "crímen contra la humanidad."

A diferencia de los nacionalistas armenios, Azerbaiyán no tiene la intención de sacar dividendos políticos, económicos, territoriales y otros de esta  cuestión. Nuestro objetivo es restablecer  la justicia histórica, exponer a los delincuentes y presentarlos al tribunal de la comunidad internacional. Por eso el separatismo étnico de los chovinistas nacionales armenios, realizado  en la región,  la amenaza para el mundo de su ideología de odio y terror contra otros pueblos deben ser revelados.  Esto es  nuestro deber cívico y humano ante la memoria de los mártires de  Jodzhali.